Cuarenta y tres mexicanos fueron liberados por la Policía Canadiense, ya que se encontraban en condiciones de esclavitud, siendo forzados a trabajar en hoteles del país.
Los mexicanos, según lo informado por autoridades de
aquel país, habían llegado de manera ilegal a Canadá por medio de una red de
tráfico de personas.
Los 43 mexicanos vivían en condiciones de esclavitud en
la localidad de Barrie, en donde eran forzados a trabajar en hoteles de la
provincia de Ontario.
Se cree que las víctimas dieron grandes sumas de dinero a
los traficantes para ser llevados al país, sin imaginar las condiciones en las
que vivirían.
Los traficantes los llevaban diariamente a trabajar, y
les cobraban por alojamiento, transporte y otros “conceptos”, quedando los
trabajadores con una mínima cantidad de dinero.
Autoridades aseguraron que los propietarios de hoteles
que contrataban a los trabajadores mexicanos ignoraban la situación en la que
se encontraban.
Los mexicanos esclavizados fueron atraídos por medio de
anuncios en redes sociales en donde ofrecían oportunidades de empleo en Canadá
a cambio de una suma de dinero.
Después de su rescate, los mexicanos fueron alojados en
un hotel de Barrie en donde han recibido numerosas propuestas de empleo.