De acuerdo a investigadores, el aire dentro de los
hogares puede contener partículas contaminantes entre dos y cinco veces mayor
que el exterior.
Según indican algunos materiales para la construcción,
aislantes fabricados con productos químicos, combustión de gas, tabaco,
colonias de ácaros, generan consecuencias como alergias, asma o hasta
enfermedades pulmonares.
Para esto, científicos han modificado genéticamente a una
planta conocida como Poto, para que sea capaz de transformar las partículas
toxicas en nutrientes y compuestos beneficiosos para su crecimiento.
El proceso de investigación tecnológica ha tenido como
resultado una reducción del 82% del cloroformo a los tres días y del 75% del
benceno en una semana.
El siguiente objetivo de este proyecto tecnológico es
introducir una nueva proteína que permita purificar el formaldehído que es otro
de los grandes contaminantes domésticos.
Una de las principales ventajas de este nuevo “purificador
de aire” es que se trata de una solución que no requiere consumo de energía.