Investigadores de la Universidad RMIT en Australia en
colaboración con la Universidad de Granada en España, crearon una pulsera
inteligente que mide los niveles de radiación ultravioleta.
Las pulseras son desechables y reciclables ya que son
fabricadas con papel, incorporan cuatro emoticonos desde la cara alegre hasta
la triste, las cuales aparecen a medida que se alcanzan los umbrales de
radiación aconsejable para un individuo.
Debido a que cada piel dependiendo de su pigmentación
necesita una cantidad diferente de radiación UV para metabolizar la vitamina D,
se han desarrollado seis pulseras para la gama de tonos de la piel humana.
La tecnología aplicada en estas pulseras, podría ser
utilizada también en aplicaciones industriales.