@dect1608
Aún vestido de traje y corbata Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, con el permiso del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas Enrique Peña Nieto, y avalado por el general Salvador Cienfuegos Zepeda, y del Almirante Vidal Francisco Soberón, se reunió con más de 32 mil militares y marinos, y sus familiares para pedirles enfrentar juntos el problema de la inseguridad y la violencia a la que el tabasqueño ve como una grave crisis nacional. AMLO, ahora si está completamente blindado de cara al primero de diciembre y abriendo el paso a su Guardia Nacional.
El tabasqueño, refrendó ante 102 Generales y Almirantes; 775 Jefes y capitanes; más de 4 mil oficiales y aproximadamente 25 mil elementos de Tropa y Marinería, que quiere pasar a la historia como uno de los mejores presidentes de México y para ello requiere indudablemente de todo aquel soldado y marino en activo que Dios le dio al país, olvidando por completo la cantaleta de que volverían a sus cuarteles.
Aunque la permanencia en las calles no le gusta del todo a la tropa, el político que de fracasar parece será el último gobierno ciivl que tome las decisiones en México, utilizó el ablandador natural, y comprometiéndose ante nadie más que los mismos elementos federales a elevar sus prestaciones salariales y de calidad de vida, dijo que sólo con el respaldo de todos ellos será posible diminuir la “grave crisis” de violencia que desangra a México.
Seguramente no pasarán muchas semanas para ver las primeras imágenes de López Obrador, vestido de verde olivo aplicando todo su poder para erradicar la política pública que desdeña desde hace más de 30 años la economía nacional, sistema identificado por el mismo presidente electo y su gabinete como “antipopular y entreguista”.
Entonces este domingo desde el Campo Militar 1-A, sin renunciar a su coloquial manera de expresarse, bajo ese ritmo lento y pausado que caracteriza al tabasqueño, habló de su intención de realizar un cambio profundo en la vida del país, refiriéndose a un cambio de gobierno, un cambio de régimen, una nueva manera de gobernar que presume va ir a fondo para que se acabe la corrupción y la impunidad, ya que son el principal problema de México; una deshonestidad venida desde los mismos gobernantes, y quién más puede resentir esa falta de lealtad y amor a la patria que las Fuerzas Armadas y sus elementos a los que solicitó su apoyo para conformar la Guardia Nacional, esa militarización disfrazada pero creo hasta cierto punto necesaria en un país que tiene entre sus filas ciudadanos que prefieren el camino de la delincuencia organizada.
Fue entonces que su gran obra maestra de seguridad, la justificó diciendo lo que los mimos escuchas saben y conocen a la perfección. La inexistente coordinación no sólo entre los niveles de gobierno, sino entre los mismos mandos militares obliga según Andrés Manuel a la unión de Marina y SEDENA para la conformación de la Guardia Nacional, dice “para la seguridad pública”, esa fue su gran propuesta, “para darle paz y tranquilidad a nuestro pueblo”, porqué solo así con la unión de esfuerzos de las policías Militar, Naval y Federal, tendrá un aumento de tres o cuatro veces el número de elementos con los que se cuenta en la actualidad. Discurso al que en verdad desde del 15° Batallón de Infantería y Primera Zona Naval, situados en el sur de Tamaulipas, algunos efectivos expresaron, “que me diga algo que no sepa”.
Y es que la verdad el discurso de Andrés Manuel, no los asombra, tampoco los apantalla, pero sí le reconocen que se haya acercado antes de asumir el poder y control del México ensangrentado, un país que sin duda requiere de mano dura aunque huela a militarización o caudillismo moderno, posturas que serán bien vistas siempre y cuando en realidad mejoren las condiciones de los mexicanos.
Desde luego que Andrés Manuel va a conformar la Guardia Nacional, no le va a dar la vuelta, ni andará con rodeos como le sucedió al PRI con la Nueva Ley de Seguridad Interior; AMLO, va a reformar la constitución y se ocupará directamente del tema, lo tiene claro, no anda con simulaciones y si pocos aceptan su razón, de nada servirá pues desde hoy como ya lo dijo, con el permiso de Peña Nieto, y la anuencia de Cienfuegos y Soberón, López Obrador, comenzó a abrir la puerta a una sociedad militarizada para salir de la misma crisis que él señaló, o de lo contrario, el siguiente paso es un gobierno civil-militar, quizá, más militar que civil.
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Foto Internet: Animal Político