Opinión

También hay empresas muertas

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En el marco de su Segundo informe de gobierno el presidente Enrique Peña Nieto, allá por septiembre de 2014, anunció la construcción del nuevo aeropuerto para la Ciudad de México, y dudo que ese día se haya imaginado todo el descontrol e incertidumbre que ahora padece su Mega proyecto.

En aquel lejano 2014 dijo el presidente que el NAIM, contaría con seis pistas y tendría capacidad para 120 millones de pasajeros, 4 veces más a la capacidad del actual. Fue la gran noticia de su segundo informe de labores, sin embargo, la historia ya la conocemos.

Y así como sucedió con el aeropuerto pasa con muchas obras a lo largo del país, construcciones anunciadas con bombo y platillo, confeti y moches suculentos que jamás nos hacen pensar una buena intención gubernamental se convertirá en la pesadilla de los ciudadanos.

Desafortunadamente a veces la mala planeación o el destinar ambiciosos proyectos a constructores mafiosos, mala leche o simplemente ignorantes hacen quedar mal a los gobernadores, y tal es el caso del paso inferior San Pedro, en la ciudad de Tampico, Tamaulipas que este 3 de noviembre cumple un año de haberse puesto en marcha su construcción, misma que requería en un principio 140 millones de pesos para ser culminada en menos de seis meses, pero no, nada sucedió, todo lo contrario.

Cecilia del Alto

El paso inferior vehicular San Pedro que supuestamente mejoraría la vialidad de la zona metropolitana de Tampico, ya tiene un retraso asfixiante para las más de 69 firmas nacionales y extranjeras que avecinan la construcción; el costo es por lo menos 40 millones más caro, y se convirtió en la piedrita en la zapatilla de Cecilia del Alto, titular de la Secretaría de Obra Pública del Estado de Tamaulipas; al tiempo lo que sería una majestuosa obra como rubí en el cuello de la funcionaria estatal, es hoy por hoy, una lápida pesada en el funcionamiento y medición de los resultados para Cecilia del Alto, quien recientemente anunció el paso inferior San Pedro quedará concluido el 28 de noviembre de este 2018, ya nadie le cree a la señorita y cada día pierde más adeptos.

Hace un año que el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, dio por inaugurados los trabajos, no solo Tampico le aplaudió, toda la entidad se rindió a sus pies pues desde el sur del estado se daba el gran banderazo de la obra pública, el paso inferior vehicular de longitud total de 570 metros, con un puente central de 70 metros para el cruce a nivel de la Calzada San Pedro y retornos dinámicos en la Av. Hidalgo, que además para evitar inundaciones tenía previsto un dren pluvial con una longitud de 281 metros, significaba en aquel entonces el inicio de la aceleración tamaulipeca en obra pública.

Sin embargo, como el mismo Enrique Peña Nieto, el mandatario  estatal  Cabeza de Vaca, jamás imaginaría que sus contratistas y su Secretaría de Obra Pública, Cecilia del Alto, le quedarían mal y por consiguiente lo convertirían en el malo de la película, porque no solamente la ciudad es un caos, los empresarios que tiene sus negocios en los alrededores del paso inferior San Pedro, ya no saben cómo hacerle para subsistir.

Algunos han cerrado definitivamente y otros se han endeudado para mantener las puertas abiertas, sin importarle a Cecilia del Alto, y si no es así,  todo parece indicar que en realidad le vale un pan de muerto los negocios y la economía de Tampico se esté asfixiando, simple y llanamente por pagar la factura de su irresponsabilidad y de la constructora.

Al paso que vamos… seguramente en los altares de este año veremos las fotografías de los negocios y empresas que murieron por culpa de Cecilia y claro a consecuencia de los constructores que fueron ignorantes del suelo que estaban explorando.

¡Feliz aniversario!

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