Un grupo de agricultores que estaba manifestado la 16° etapa del Tour de Francia comenzaron a lanzar montones de paja a la carretera para bloquear el paso a los competidores, lo que obligó a los policías intervenir con gases lacrimógenos afectando a los ciclistas.
Cuando los gendarmes quisieron a disolver la protesta con los gases, muchos de los ciclistas se vieron obligados a detener la marcha debido a que afecto su vista, y recurrieron a atención médica.
Aunque la carrera se tuvo que detener varios minutos y los ciclistas visiblemente afectados, se volvió a retomar el camino. La organización de la carrera ha endurecido el castigo por este tipo de incidentes y los culpables podrían exponerse a multas economicas y penas que pueden alcanzar los tres años de prisión.
Fuente: Infobae