@dect1608
Tres infanticidios ocurrieron en menos de 24 horas durante la última semana en México, ni siquiera lograron enmudecer el clima político. La indolencia e insensibilidad de una nación se puede apreciar en redes sociales con usuarios publicando caritas o emojis estúpidos, selfies y comentando noticias falsas, mientras tres niñas, una en Tamaulipas, otra de Guanajuato y una más en Nuevo León fueron asesinadas, dos de ellas, ultrajadas sexualmente.
De acuerdo con estadísticas de activistas sociales, se han registrado al menos 46 feminicidios en todo México durante los últimos siete meses, la cifra es más que alarmante, pero lo es más la indiferencia de los adultos durante el crecimiento de los niños.
En Nuevo León, el último capítulo de esta historia trágica comenzó a escribirse el domingo pasado, cuando los padres de Ana de ocho años, la reportaron como desaparecida, el plan de la familia era pasar un fin de semana de distracción, pero alguien se descuidó de más y se robaron a la niña; el lunes se activó la alerta Amber.
Mientras el caso comenzaba a tomar fuerza en los medios de comunicación de la localidad, a unos 500 kilómetros del municipio de Juárez; otro infanticidio, otra niña de unos siete años, otro asesino, otra violación, otra indefensa niña en la ciudad de Altamira, Tamaulipas estaba siendo brutalmente apuñalada, 20 veces le encajaron un arma punzocortante, la degollaron y violaron; el supuesto agresor fue presuntamente linchado y ahorcado el martes, unas horas después de haber perpetrado el infanticidio. Oficialmente, ese hombre es inocente y ambos homicidios en Tamaulipas siguen impunes.
Pero mientras la familia de Ana, en Juárez, y de Estrella, en Altamira tenían su calvario; en León, Guanajuato un desquiciado padre golpeaba hasta el cansancio a su hija de nueve meses, no dejar de llorar, la causa de su maltrato y asesinato, murió de traumatismo craneoencefálico…. los tres casos “finalizaron” el martes ¿por qué? Ana la niña de Nuevo León fue encontrada sin vida en un predio baldío; Estrella, según fue ajusticiada por los vecinos y mataron a su agresor; y la bebé de Guanajuato, sin siquiera decir una sola palabra, murió y sus ojos miraron por última vez al hombre que le dio la vida, el mismo que se la arrebató.
Estas tres historias relacionadas, tiene un origen y lo encontramos en el post de Erik Muñiz, corresponsal en Nuevo León del periódico La Jornada.
HAY QUE APRENDER A CUIDAR A LOS HIJOS…
Papás y mamás, deben aprender a cuidar a sus hijos.
Ayer se encontró muerta a la pequeña Ana Lizbeth, de ocho años, en el municipio de Juárez, Nuevo León, a 500 metros de donde fue raptada el domingo.
Un hombre -casi siempre somos los hombres- se la llevó mientras jugaba en una plaza.
Le quitó todo lo que un ser humano puede tener, la dejó sin sueños, sin esperanzas, sin futuro. Le quitó la vida.
Siempre es difícil redactar y editar esas noticias. Monterrey se fue a dormir triste e indignado.
Y también surgen dudas. Por ejemplo ¿dónde estaban los padres?
Pero no los de la niña. Ellos sufren ahora el peor dolor que puede haber para un padre: enterrar a un hijo.
Mi pregunta es ¿dónde estaban los padres del agresor cuando empezó a crecer para convertirse en un ser tan desviado como para agredir así a una niña? ¿Dónde estaba el consejo, el regaño, el castigo para que no se desviara del camino correcto?
¿Dónde sus tíos, sus abuelos, sus amigos?
Porque cada uno de nosotros ejerce influencia en la gente que nos rodea.
¿Dónde están las políticas de prevención, de reinserción social, de readaptación? Tan fallidas como esa alerta Amber tardía.
Pero, sin duda, todo empieza en la casa.
Nadie estamos a salvo de un descuido, de que un niño se nos pierda en un parpadeo.
Pero sí somos responsables de los seres humanos que estamos integrando a la sociedad, del ejemplo que les damos de a poquito, todos los días.
Este ejemplo puede ser el detonante para convertirlos en personas compasivas, generosas o al menos respetuosas.
O también en seres primitivos e involucionados, capaces de quitarle todo a una niña de ocho años.
¿Qué seres humanos -hijos, sobrinos, amigos- estamos tú y yo ayudando a formar?
davidcastellanost@hotmail.com