Opinión

El gerente Andrés Manuel 

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@dect1608

Mentirosilla, mentirosilla, resultó Loretta Ortiz, coordinadora del programa de pacificación del próximo gobierno presidencial que encabezará Andrés Manuel López Obrador. El Peje se fue de vacaciones, mientras que el Vaticano desmintió a la mentirosa, ya valió queso, mintiendo con algo tan sensible como el programa de paz.

Pero bueno, la ventaja de la ansiosa Loretta, es que el gerente López Obrador, a decir de algunos, no fue elegido por los finqueros, como señaló hace algunos ayeres el encapuchado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a Andrés lo impusieron a través de una fuerza aún más poderosa, en donde los amos del poder sentían que ya, ahora sí,  era necesario cambiar de gerente; limitar sus ganancias, pero sin dejar de ser el contrapeso de la balanza.

Han transcurrido 15 días y la transición amorosa de López Obrador tiene un cierto matiz al estallido de cualquier huelga; es como si fuese la revisión contractual en donde el trabajador y empleador admiten renovar el contrato colectivo; ceder, entregar o repartir cosas en las que no se está del todo de acuerdo, pero era necesario pactar casi al tú por tú, y aquí es donde entra Andrés Manuel López Obrador, quien va a manejar a nivel gerencial las riquezas de México; será la persona que con sus cincuenta lineamientos de austeridad y contra la corrupción, tratará de llevar un balance perfecto entre el poder político y el económico, que a decir verdad no está en sus manos, pero Andrés López, llegará fuerte a la silla presidencial, incluso casi a la par de los poderes monetarios. Porqué el poder político que tendrá, si quiere, podría hacer que haya cambios en las cúpulas económicas.

¿La revolución francesa a la mexicana?

Se dice que la burguesía en la revolución francesa, tenía el poder económico y los Reyes manejaban la política; la burguesía toma ambos poderes el político y económico, entonces estos adinerados  ascienden a la cima del poder absoluto. En relación a esto, cuando Cárdenas tenía el poder político y se vino la creación del Consejo Coordinador Empresarial, allá por finales de los 70, los empresarios mexicanos comenzaron a tomar fuerza, más de la que por naturaleza podrían tener, contrarrestando así el factor político y adueñándose de todo en el sexenio de Vicente Fox Quesada; así la gran transición del poder político-económico que no duró mucho pues comenzó a decaer apenas en el turbulento período del Calderonismo, para que finalmente Enrique Peña Nieto, terminara de disolver la mutación política-empresarial para que a partir de la nueva era de México, aparezca Andrés Manuel, quien se encargará de rehacer el estado sometiéndose a sus designios a los 50 lineamientos, puntos específicos a favor de todos.

Ojalá la grata y sorpresiva satisfacción generada por Andrés Manuel sea una buena señal, yo lo veo como el gran gerente, otros como el gran gobernante de contrapesos en cada entidad federativa, disminuyendo virreinatos nacionales con el representante presidencial en cada entidad, quien además de los diputados locales y federales de Morena, serán ojos y oídos también de Andrés López Obrador quienes también le informarán para sostener la gobernabilidad, esa que ¡ah como falla!

Por cierto la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con López Obrador, vuelve a tener un egresado en la presidencia de México, alguien que continúa planteando las cuestiones filosóficas bajo un pensamiento más universal, con una fusión de ética y filo, bajo los conceptos del amor a la vida, respeto y rectitud. Algo más allá de lo mercadológico, de la mercancía, de lo indigno como hasta ahora.

Se supone, que así debe ser.

davidcastellanost@hotmail.com

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