@dect1608
El Peje, es un auténtico rockstar, la gente corretea la camioneta del tabasqueño como si en ella viajara Luis Miguel o los Menudo, en su mejor momento, ¡Andrés Manuel es un fenómeno!, algunos llegan a comparar su popularidad con la de Luis Donaldo Colosio Murrieta (QEPD).
El rival a vencer de la elección presidencial en México, Andrés Manuel López Obrador, candidato de la alianza “Juntos haremos historia”, integrada por Morena, el PT y Encuentro Social, congregó a más de 5 mil personas a la orilla de la playa Miramar en Ciudad Madero, juzgue usted qué tantos están con López Obrador, si la región del sur de Tamaulipas tiene una densidad poblacional de aproximadamente un millón de habitantes, los más aventurados “pejezombies” refieren y reclaman que se juntaron más de 10 mil simpatizantes; no sé, el primero de julio lo sabremos.
El Peje, como le digo es un fenómeno, un político tan dicharachero y sinvergüenza, capaz de tontear incluso al mismo Ricardo Monreal Ávila, quien se vio ignorante, desorientado y haciéndose la víctima, tras grabar un video al exterior del hotel Camino Real de Tampico, en el sur de Tamaulipas, a horas antes de que su candidato presidencial acudiera al gran mitin político en Miramar de Ciudad Madero. Se rumoró que el evento de el Peje iba a ser cancelado, que hubo intención de sabotearlo y por eso el coordinador de campaña en el noreste del país grabó el clip de menos de dos minutos, mismo que utilizó Andrés Manuelovich para restregarlo en la cara durante su discurso, que él sabía perfectamente en dónde estaba parado, al reiterar que presencialmente acudió a Madero, el municipio vecino de Tampico, algo tan sencillo y básico que no supo precisar Monreal en el video que grabó de pie, sobre la zona más lujosa y prestigiada de todo el sur de Tamaulipas; sí señor, AMLO aplastó a Ricardo Monreal frente a todos sus seguidores. Dirían algunos, le dio de patadas a su perro muerto.
Los especialistas encargados de las encuestas en Morena, informaron a Andrés Manuel que están 25 puntos arriba a nivel nacional de su más cercano adversario político, lo que López Obrador fortalece con una estadística difundida esta misma semana por el grupo informativo fundado por don Alejandro Junco de la Vega, quienes posicionan al tabasqueño con 18 puntos de ventaja.
“De modo que lo quiera o no lo quiera, la mafia va pa afuera”, dijo airoso Andrés Manuel López Obrador.
Es una campaña muy suigéneris, pero no implica que el rival a vencer debería despertar a los tamaulipecos llevando un discurso más regional, según el territorio que pisa, AMLO no sale de su postura en contra de la adquisición de más helicópteros de guerra para la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR); insiste en pedirle a Vicente Fox, que tome la matraca y se apure en ayudarle a Meade o Anaya; que no habrá más pensiones a ex presidentes y que a mitad del sexenio, México no se verá en la necesidad de comprar más gasolina a Estados Unidos; dice durante su retórica, que el Gobierno está tomado por una minoría rapaz e insiste que no habrá más privatización, ni extranjera, ni pública mexicana.
Pero qué caray, muy defensor de lo mexicano, pero eso sí, Andrés Manuel López Obrador, no corre el riesgo, no se anima, ni aventura en el encuentro cara a cara con la prensa, ni por error responde una pregunta que esté fuera de su discurso; a pregunta explícita de un servidor, quien quiso conocer su opinión sobre la compra de la gestora de fondos de inversión que hizo BlackRock a Citibanamex, por alrededor de 31 mil millones de dólares, simple y sencillamente López Obrador, sentenció “no opino nada, no opino nada; ya hablé”.
Y hasta allí el encuentro con el hombre de México, al que le gritan como a todos los candidatos ¡presidente, presidente!
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