El día de ayer miles de catalanes salieron a las calles de ciudades y pueblos para celebrar el día de Sant Jordi, celebración a la historia de la región y homenaje al libro y la literatura.
La fiesta de Sant Jordi rememora la muerte del caballero Jordi. Ese santo, a las órdenes del emperador Diocleciano, se negó a cumplir el mandato de perseguir a los cristianos, por lo que fue martirizado y decapitado.
La tradición indica que se intercambian regalos, un libro o una rosa, o ambos, ya que al coincidir además con el Día Mundial del Libro, hay puestos callejeros y tiendas con venta de ejemplares y alrededor de 7 millones de rosas que se vendieron, cifra muy superior a la del año pasado.
Fuente: Jornada