Opinión

Dos de bastos

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@dect1608

El morbo por conocer si históricamente a sus 89 años de vida, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), tendrá en el próximo Senado de la República la bancada más débil, robó interés al triunfo casi inminente de Andrés Manuel López Obrador y sus aliados del PES y PT, coalición que teme los dejen con el «ya merito» y les roben la elección con un «dos de bastos» muy al estilo de los atracadores del Metro capitalino, para entregarle la victoria al más tramposo de los traposos, el PRI, creador de la mayoría de los políticos de oposición, incluido López Obrador.

En la disputa por el Senado, la mayoría de las encuestadoras señalan que de 96 curules, sin contar las plurinominales, 48 serán para Morena; la alianza «Por México al Frente», sumaría 36; mientras que al PRI apenas le alcanzará para sumar 10 senadores, según los especialistas en el análisis de los números, dos de mayoría y ocho como minoría. Las dos restantes refieren ir para Kumamoto y algún otro independiente con suerte.

Actualmente, el coordinador de los senadores priístas maneja una bancada de 55 integrantes, ya contando los plurinominales, y es aquí donde tomaría fuerza el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con la figura de sus gallos enlistados como aspirantes por la vía de la representación proporcional, en donde figuran personajes como Miguel Ángel Osorio Chong y Eruviel Ávila, entre otros.

Sin embargo, de acuerdo con los resultados de la primera encuesta para el Senado de la República, correspondiente al presente proceso electoral, realizada por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), algunos expertos en el mapacheo político, refieren que el PRI, podría rebasar los diez escaños naturales que le dan el resto de las encuestas, esto debido a que por lo menos en 12 de las 32 entidades federativas, los ciudadanos aún mantienen un alto porcentaje de indecisión respecto a la fórmula para el Senado a la que van a otorgarle su voto, por eso los antiguos mapaches tanto del PRI y del PAN, coinciden que los tricolores, al aparecer como segundos en nueve estados y como terceros en otras 11 entidades superando en ambos puestos al PAN y Morena, podrían arrojar como resultado que el priísmo en un escenario muy aventurado se convierta en la segunda minoría, y no por sus convicciones, ni política pura y transparente, sino porque no dudan que de aquí al primero de julio podrán bajar mucho dinero como para captar votos y poner su maquinaria electorera a todo motor.

La estrategia podría ser tal vez hasta un poco más simple y económica en entidades como Yucatán, Tamaulipas, Sinaloa, Querétaro, Guanajuato, Durango, Coahuila, Chihuahua y las Baja California, los candidatos del PRI, deben ocuparse por obtener al menos el segundo lugar, para competir con los de la coalición «Por México al Frente», lo cual no significa que vayan a ganar, pero con un segundo puesto podrían obtener más de lo imaginado, la maquinaria territorial del priísmo marcaría la diferencia ante la debilidad de Morena, que sigue buscando defensores del voto para las casillas; el PAN, tiene gobernadores en algunas de estas entidades que podrían favorecer a sus aspirantes al Senado, pero el asunto es entre priístas y pejistas por una minoría e incluso por la sorpresa ante la debilidad del candidato panista a la presidencia; el tema está en el territorio, en los grupos de choque y gente armada que mueven los partidos políticos (no es que me guste escribirlo, pero es la verdad, hay armas en el día de la elección); hoy por hoy en la guerra por el Senado el asunto no es de candidatos, no señores, porque si a esas vamos, los de Morena en Tamaulipas no representan ni los votos de su familia, por ejemplo el doctor Villarreal Anaya, solamente cuatro lo conocen y ruega por la cascada de votos que le dé López Obrador; otro ejemplo, la maestra Lupita Covarrubias, que ya mordió el polvo en 2012 cuando participó como candidata a diputada federal en esta misma entidad.

¡Ah por cierto!, en Tamaulipas, según la encuesta del CISEN entregada en días pasados a los integrantes del actual Senado de la República, los candidatos Ismael García Cabeza de Vaca y su compañera María Elena Figueroa Smith, de la coalición «Por México al Frente», van arriba en las preferencias con un 28.75 por ciento de los encuestados; dejando a los priístas Yahleel Abdalá y Alejandro Guevara, en el segundo sitio con un engañoso 23.52; mientras que los indecisos sumaron el 21.08; y los de Morena, se quedaron con el 19.74 porcentual, así que no hay nada escrito, nada está tan claro como en la elección local cuando ganó el actual mandatario estatal Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

davidcastellanost@hotmail.com

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