@dect1608
El Senado de la República por demás ignorante, nunca entendió nada sobre una relación “intensa y dinámica”, como la que iniciaron desde hace más de un año Enrique Peña Nieto y Donald Trump, lo peor es que el presidente de México también reaccionó tarde, y cayó en el abismo de una postura suave ante el gringo. Era normal, Peña Nieto estaba solo.
Si bien es cierto que el presidente norteamericano ha sido honesto respecto a su política de seguridad nacional y migratoria, el mexicano sorteó ataques, descalificaciones y señalamientos en su contra desde que recibió a Trump como aspirante presidencial; la clase política y empresarial lo ninguneó, mientras que la sociedad mexicana estaba ocupada lanzando ofensas, así era imposible sostener una postura tan enérgica como la externada en su mensaje dirigido apenas ayer jueves, en el que sostuvo y aclaró a Donald.
“Presidente Trump:
Evocando las palabras de un gran Presidente de los Estados Unidos de América: no tendremos miedo a negociar. Pero nunca vamos a negociar con miedo. Estamos convencidos de que, poniéndonos de acuerdo, como amigos, socios y buenos vecinos, a ambos países nos va a ir mucho mejor que confrontándonos. Estamos listos para negociar, sí, pero siempre partiendo de la base del respeto mutuo”.
Muy bien por Peña Nieto y los mexicanos; bien por la postura de Trump, por enviar la Guardia Nacional a su frontera sur, está en todo su derecho de hacerlo y estrictamente personal le reconozco no enviar a sus militares, pero sí a esa reserva lista para evitar como primer instancia la invasión a su país.
Vamos siendo más claros y evitar la mala información como sucedió con los Senadores. Insisto, no es militarización, Trump no tiene autorizado mover tropas militares dentro de su territorio, por ello mueve a la Guardia Nacional, algo así como la Gendarmería Nacional Mexicana; el gringo puede ponerlos e incluso ordenarles beber agua de nopal en su barda, siempre y cuando no activen contra este lado de la línea fronteriza, es más, se refiere que no están armados; sobre su retórica, Trump puede decir misa de los mexicanos, ¿por qué no podría?, si la sociedad mexicana ofende a su presidente, gobernador y alcalde, además la clase política se mete con Nicolás Maduro, ¿Donald Trump no puede hacer lo mismo?, qué fijados.
Pero eso sí lo dejó bien claro el presidente de todos los mexicanos, Enrique Peña Nieto, su nación y todos sus representados por él ante el mundo entero se mantienen “sin miedo” al vecino del norte.
Ya va siendo hora que cada presidente del continente americano se haga responsable y busque de verdad una mejor calidad de vida para sus nacionales.
Por cierto… gracias Trump, por la unidad sembrada en México. Gracias.
davidcastellanost@hotmail.com