Tigres rugió con pocos minutos de haber iniciado el encuentro. André-Pierre Gignac levantó al Estadio Universitario;no dejó acomodarse a la afición que iba haciendo su llegada al inmueble al peinar un balón que le asistió Ismael Sosa y anotar el primer tanto de la noche.
Monarcas Morelia intentó hacer lo suyo, aunque el mediocampo formado por Rafael Carioca y Jesús Dueñas fue sólida para evitar la creación de juego de Diego Valdés.
Aparte de la labor de recuperación, Carioca hizo un gol digno de aplaudirse. El brasileño le pegó desde fuera del área con mucha potencia; fue imposible para el arquero michoacano.
Para la segunda mitad, Monarcas Morelia puso en peligro con más frecuencia a Nahuel Guzmán, pero el gol no llegaba. El tiempo transcurría y La Fuerza no descontaba en la pizarra.
No obstante, al 68’, Tigres estuvo cerca de marcar el tercero. El equipo de Roberto Hernández parecía ser batido de nueva cuenta, pero la pierna salvadora de Emanuel Loeschbor llegó para impedirle un gol cantado a André-Pierre Gignac.
Tras la heroica intervención del central del Morelia, Raúl Ruidíaz le dio esperanza a los michoacanos con un gran gol de larga distancia. El peruano alzó la cara, vio a Guzmán adelantado e incrustó el balón en la portería.
El partido terminó de forma dramática. La Fuerza estuvo cerca de empatar, pero su última oportunidad de igualar el marcador fue desaprovechada; su tiro fue desviado. El espectáculo duró hasta el último minuto.
Texto: Dirección de Comunicación
