@dect1608
Con honor, justicia y valor celebraron los soldados el 105 aniversario de un Ejército Mexicano reequipado con armamento más ligero para eficientar sus estrategias en zonas urbanas y con una ley de seguridad interior que los convirtió en el terror de unos cuantos nacionales. Al menos en la guerra contra el narcotráfico parece que ganaron un poquito de terreno.
“México en paz” es la encomienda del Programa Sectorial de Defensa dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y el verde olivo es de los uniformes más respetados en todo el país, sin embargo el ejército que se supone está conformado por fuerzas militares con capacidad de operación vía terrestre y área, presume tener su principal misión en salvaguardar la soberanía del Estado mexicano y la trastocada paz nacional, por la que tuvo que salir de sus cuarteles desde el sexenio de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa para hacerle frente a un enemigo que tiene entre sus filas políticos, empresarios y ciudadanos que en muchos de los casos, indirectamente fortalece el poderío económico de narcotraficantes que tienen en los soldados su preferido tiro al blanco.
En el marco de la celebración del día del Ejército el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, presidente de todos los mexicanos Enrique Peña Nieto, anunció un incremento de casi el 20 por ciento en la compensación al personal de tropa, clases y marinería, algo así como mil pesos. Que ternura en una fecha tan importante para quienes se exponen día con día sin importar las condiciones climáticas de las regiones a donde son enviados para defender la nación; pero en pesos no se deben resumir las necesidades de nuestros soldados, merece la pena revisar bien el trato inhumano que se les brinda y los incentivos a los que acceden porque no debemos olvidar que sus motivos tuvieron aquellos desertores de élite que fundaron uno de los cárteles más sanguinario y en esta larga historia de la narcoguerra muchos militares han sido aprehendidos y relacionados con grupos criminales.
Es una pena recordar a los involucrados con narcotraficantes, también es lamentable mencionar a los traidores integrantes de células delictivas encargadas de secuestrar, extorsionar y asesinar al servicio de la fuerza más oscura que tiene tambaleando al país entero. En Tamaulipas por ejemplo, específicamente en la zona sur, las cosas son un poco más tranquilas, aquí se percibe que los soldados y sus aliados estatales como los Marinos han ganado un poco de terreno, sin embargo la historia no es la misma en el México de hoy.
Los mexicanos ahora tenemos un Ejército que focalizó la defensa del territorio y soberanía nacional en labores directas contra los cárteles de la droga, la culpa no es de ellos pero se percibe que han sido utilizados para fines políticos porque es imposible de creer que no hayan terminado con la delincuencia organizada. Se cumplieron 105 años y pareciera que celebraran durante muchos años más su día contando soldados muertos a bala de crimínales, como contando y recontando neutralizaciones de jefes delictivos que parecen infinitos.
La celebración del día del Ejército Mexicano debería ser con mayor apertura a las masas sociales para que todos tuvieran la oportunidad de agradecer el esfuerzo de cada soldado, pero hasta hoy sigue efectuándose dentro de sus batallones, alejados de cualquier reclamo por los constantes señalamientos de abuso y violación a los derechos humanos, un detalle que tiene entre la luz y la sombra un día tan especial como este 19 de febrero.
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