La histórica racha de homicidios en los penales de Nuevo León durante el actual gobierno los convirtieron en el sitio más peligroso de todo el estado, revelan las estadísticas oficiales.
Los 85 homicidios registrados durante 2016 y 2017 en los tres centros penitenciarios de la entidad reflejan una tasa de violencia 52 veces mayor a la que se registra en el resto de Nuevo León.
Aunque organismos no gubernamentales han dicho que las cifras de muertos podrían ser mayores, si se contabilizan solo las informadas por el gobierno estatal, la tasa de asesinatos en los penales de Topo Chico, Cadereyta y Apodaca promedia 12.7 por cada 1,000 internos. El dato toma en cuenta la actual población penitenciaria en las tres cárceles, de 6,695 reclusos.
Un comparativo equivalente en todo el estado resultaría en solamente 0.23 asesinatos por cada 1,000 personas, 52 veces menor.
La crisis de los penales se desató al arranque del gobierno de Jaime Rodríguez “El Bronco”, cuando en febrero de 2016 una riña dejó 49 reos asesinados en el penal de Topo Chico.
Fuente: El Horizonte.
