La lava salía el martes como un surtidor del cráter del volcán más activo de Filipinas, y se deslizaba por la ladera en una espectacular de fuerza que ha hecho huir a más de 34 mil personas y llevado a la policía a establecer controles de seguridad para evitar que los turistas se acerquen demasiado.
La colada de lava ha recorrido hasta 2 kilómetros desde la cima del cráter del Mayón, mientras sigue cayendo ceniza sobre varios pueblos en la provincia de Albay. El gobierno provincial declaró el estado de calamidad en la provincia, donde viven más de un millón de personas, para emitir el desembolso más rápido de fondos de emergencia.
Autoridades locales recomendaron con firmeza a la gente que no entre en la zona de peligro de unos 6 o 7 kilómetros a la redonda del volcán.
Al menos 34 mil personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Dos ciudades y seis pueblos quedaron completamente abandonados.
Fuente: Publimetro.