Según un plan de desarrollo urbano de Shanghái, para el periodo 2017-2035 la población no podrá apenas aumentar, y se establece un límite máximo de extensión de zonas urbanas de 3,200 kilómetros cuadrados, equivalentes a algo más de la mitad del área de la municipalidad.
Con este plan, Shanghái imita la medida tomada anteriormente por la capital china, Pekín, la cual fijo un límite de 23 millones de habitantes y 2,760 kilómetros cuadrados hasta 2035. En Pekín, dicha medida ha causado el cierre de cientos de pequeños negocios en las áreas más populares de la ciudad, pese a las protestas de algunos afectados.
Los desalojos forzosos en Pekín aumentaron luego del 18 de noviembre, cuando un incendio en los suburbios causó 19 muertos, siendo excusa para acelerar las expulsiones.
La medida es calificada como “despiadada” y “contraría a los derechos humanos”.
Fuente: Hoy.es
