La imparable violencia que se desató en México desde el sexenio de Felipe Calderón escribió uno de sus capítulos más sanguinarios en el año 2010 despidiendo aquellos complicados 12 meses con un ataque a balazos y granadas contra la estación de policía en Tampico arrebatándole la vida a dos elementos policiacos.
Siete años después frente a este edificio municipal el ahora gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca, instaló e iluminó el pino de Navidad, como símbolo de esperanza, armonía y unidad.
Desde que Felipe de Jesús declaró la guerra a los narcotraficantes Tamaulipas ha sido de las entidades más castigadas, incluso el estigma violento y de presunta complicidad con delincuentes que se tiene en el estado alcanzó a personajes de todo tipo.
Políticos como el actual mandatario fue vinculado con grupos delictivos a tal grado que el Partido Acción Nacional (PAN) en el proceso electoral 2009- 2010 designó a José Julián Sacramento como candidato a gobernador; Francisco García que desde entonces ya era el rival a vencer del priismo tuvo que esperar su momento y como buen creyente y guadalupano esperó pues «los tiempos de Dios son perfectos» y aplastó en 2016 a los del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ahora como gobernador tamaulipeco, García Cabeza de Vaca exclamó que no existe adversidad que pueda vencer a Tamaulipas porque gracias a la unión que tiene con los alcaldes, trabaja para que todos los biennacidos que habitan esta tierra tengan mejores oportunidades y que las familias tamaulipecas estén unidas, que tengan áreas de esparcimiento y puedan convivir, siendo esto precisamente lo que hoy sostiene a la entidad.
El gobernador quién estuvo acompañado en el encendido del pino navideño en Tampico por la señora Mariana Gomez de García, Presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, habían acudido a la misma ceremonia en la Ciudad de Altamira y Madero donde también celebró con cientos de residentes este emotivo momento que se llenó de luz, pirotecnia, fiesta y diversión prometiendo que el 2018 será mejor para Tamaulipas siempre y cuando sigan trabajando de la mano sociedad y gobierno como «lo estamos haciendo» dijo el jefe del ejecutivo estatal.
El encendido del árbol de Navidad significó para el mandatario encender una luz de esperanza dedicada a las nuevas generaciones por las que pidió a todos su colaboradores trabajar sin descanso en lugar de andar pensando en las elecciones del próximo año porque bien vale la pena seguir esforzándose para el futuro.
Por cierto Francisco Cabeza de Vaca, aprovechó el momento de su discurso para «mandarle un saludo muy afectuoso» a la Virgen de Guadalupe pero sobre todo rogó sabiduría para tomar las mejores decisiones que le permitan sacar adelante a Tamaulipas ¡felicidades a la Virgen de Guadalupe!
Lo dijo el gobernador.