@dect1608
La misoginia y el feminicidio junto con el sórdido llamado de los pueblos indígenas es una constante en México, país que podría tener en la próxima contienda electoral a una mujer originaria de Nahua, un marginado poblado autóctono del municipio de Tuxpan, Jalisco. Más de 30 ciudadanos se han registrado ante el INE con la intención de ser candidatos independientes a la presidencia de la República. Cinco son mujeres y se espera que la esposa de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, también lo haga.
Gracias al ex canciller Jorge Castañeda, el tema de las candidaturas independientes para cargos de elección popular se volvió a poner en el debate de la política moderna de México cuando en 2005 mostró su intención de participar como candidato a presidente, oportunidad que le fue negada.
Pero fue hasta siete años después durante el mandato del actual presidente priísta Enrique Peña Nieto, que se reconoció y avaló el derecho a los mexicanos de poder postularse a cargos de elección popular de manera independiente de los partidos políticos y mira que puede ser únicamente porque el Partido Revolucionario Institucional (PRI) la tiene bastante difícil y por eso echará mano de independientes – dependientes. Esperemos que no.
Aun así, es un auténtico festín esto de las candidaturas sin partido, sin embargo vale la pena prestar principal atención en la intención de María de Jesús Patricio Martínez «Marichuy», principalmente impulsada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) que fundó el según tampiqueño Subcomandante Marcos, alias «Sebastián Guillen Vicente» presunto hermano de la actual legisladora federal priísta Paloma Guillen.
El pre registro de Marichuy, escribe una página valiosa en la historia de México. Primero porque viene respaldada por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el mismo EZLN quienes a través de María, llegan al proceso electoral 2017-2018 con toda la intención de arruinarle la fiesta al sistema político mexicano.
La participación de Marichuy, se podría apreciar como una falla en el sistema electoral, a modo de la mafia del poder, porque obviamente la precandidata indígena conoce perfectamente la explotación, represión, despojos y el desprecio de la política contra los pueblos indígenas, también tendrá calidad moral para poner en su lugar a cualquiera de los otros independientes e incluso a los respaldados por sus estructuras partidistas. Marichuy viene con todas las ganas de quitarle la diversión a los políticos convencionales, ahora solo resta esperar si los mexicanos la escuchan o siguen burlándose de ella.
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