Este domingo, el Gobierno español recurrió a la Policía Nacional y la Guardia Civil y al uso de la fuerza para descabezar el referéndum de independencia convocado por la Generalitat y suspendido por el Tribunal Constitucional.
Sin embargo, pese a la ofensiva judicial y policial de las últimas semanas contra la consulta, cientos de colegios electorales abrieron en toda Cataluña en un acto de claro desafío al Ejecutivo, que culminó con numerosos choques entre votantes y policías.
La Generalitat cifró en 844 personas atendidas por los servicios médicos.
A pesar de la violencia, controles y bloqueos policiales, la Generalitat logró abrir la mayor parte de los 2.135 colegios electorales. Sin embargo, se ha informado que, sin importar el resultado, el referéndum no es legal.
Fuente: El País