@dect1608
Me llamó tanto la atención el siguiente Twitter de un destacado futbolista mexicano:
«Alguien que pueda darme información donde puedo hacer alguna donación que llegue real y directamente a la gente que lo necesita?!»
Que me di la oportunidad de responderle, no había nadie más confiable para hacer llegar su ayuda que su propia familia en México. A ese deportista que hoy radica en el extranjero solo porque tengo admiración a su desempeño profesional, decidí no ser tan agresivo en mi respuesta, pero en la realidad me pareció fuera de lugar su mensaje, que lejos de querer ayudar solo quería un poco de fama (que le sobra) pues el que ayuda de corazón ni siquiera entera a su otra mano.
Vivo en Tamaulipas, todos saben que es un estado ensangrentado por la violencia y en medio del caos en México generado por el sismo, un ser querido me preguntó ¿que nos salvaba de una desgracia natural? De pronto respondí «creo que tenemos suficiente con la inseguridad como para buscar sensibilizarnos con una catástrofe de la naturaleza» sonreímos, entonces vino y la reflexión inmediata.
Es tanto el odio generado entre la sociedad mexicana que el sismo o los sismos de los últimos días, sean en una de esas una concentración de odio, en que la divinidad nos invita a parar e impedir que crezca la deshumanización mexicana, exhortándonos a ser más responsables y participativos en todos los aspectos. Desde la política misma, hasta la necesidad del prójimo. Entre bromas dicen que la Biblia te enseña a amar y el kamasutra te dice cómo.
El presidente de México según la mayoría de los mexicanos es el más incapaz del mundo, de la historia de nuestro país y hasta lo tachamos del más corrupto de la modernidad mexicana ¿pero y nosotros de qué somos capaces? ¿A qué estamos dispuestos? Sin embargo, pese a toda su corrupción, incapacidad de gobernar y sin tener la infraestructura adecuada para una buena calidad de vida, hoy nos es posible hacer llegar los víveres y ayuda humanitaria que se concentra en cualquier punto de México hasta la capital de la República Mexicana y esos otros estados afectados porque nos guste o no, afortunadamente tenemos los puentes de comunicación para acercar la ayuda a los hoy azotados.
Sin ese presidente, su gabinete inepto y corrupto no tendríamos el sistema hospitalario para atender a uno o dos heridos y mucho menos podríamos desentendernos de nuestras obligaciones para brindar un poco de ayuda, porque esa es otra realidad del pueblo mexicano, podemos ayudar o así lo hará quién lo desea, tal vez, renunciando a su café gourmet o su salida al cine, pero se tiene en su poder la capacidad de cobijar al desamparado.
No pretendo defender a nadie, solo quiero parar y mirar para ver qué es lo que cada uno de nosotros estamos haciendo y dejando de hacer por nuestro país, por ese hombre que todos los días está allí para darte una palabra de aliento y que tras su ausencia llamado por la muerte, reconoces que formaba parte de nuestra vida y nunca lo dejamos entrar.
¡México no te deshumanices más!
Hemos generado tanto odio en la figura de un político que su nombre aparecerá y perdurará a lo largo de la historia y cada año que se recuerde esta desgracia que irónicamente coincide con el 32 aniversario del sismo del 85, hoy y mañana se sabrá que ese presidente al que hemos dedicado un sexenio en ofensas, es y será la persona que quedará marcada en la memoria de nosotros con el mismo dolor que generó este sismo del 19 de septiembre y el anterior del 7 del mismo mes. Creo que aún estamos a tiempo de soltar la culpa y aportar aunque sea conciencia para un bienestar.
Septiembre el mes en el que muchos volvieron a nacer y México en volver a creer.
davidcastellanost@hotmail.com