A una semana de que ocurriera el sismo de magnitud 8.2, el desabasto logró extenderse a cientos de localidades desde el Istmo de Oaxaca hasta Los Altos de Chiapas.
Por lo menos 109 localidades chiapanecas y 41 oaxaqueñas están declaradas como zona de emergencia, y pese a que ya pasó a una semana del terremoto, las autoridades aún no han terminado con el censo de afectados ni hay control sobre el manejo de despensas.
Óscar Cruz, secretario municipal de Juchitán, declaró que la mala distribución de los víveres, la mala organización por parte de las autoridades han dejado sin suministros a gran parte de la población afectada.
Fuente: El Universal.