Tampico, Tamaulipas.- Nunca fue un espectáculo circense ni mucho menos. El hombre que solía entrar cada tarde al cocodrilario sin equipo alguno de seguridad o para la protección contra el ataque de reptiles, ni siquiera «pasaba el sombrero» delante de quienes lo veían hacerlo, no sin asombro, desde hace años, aunque siempre lo hizo en forma clandestina y violando la prohibición estipulada en letreros y otros señalamientos ahí colocados.
Pero ya no más. La Unidad Municipal de Protección Civil en Tampico se lo ha tenido que dejar en claro de manera directa al prohibirle personalmente que se introduzca al reservorio situado, desde más de dos décadas ha, en la parte norte de la Laguna del Carpintero.
«Ingresar a la Laguna del Carpintero está prohibido, y por eso hay una cerca metálica periférica colocada en todo el contorno”, dijo Eduardo Morales, director de PC Tampico, al señalar que ese lugar es un hábitat de cocodrilos, y no está permitido a ningún ciudadano trasponer esa malla, ¿porqué? Porque está en riesgo de ser atacado por un cocodrilo y puede dejar en entredicho la labor que Protección Civil esté haciendo.
Incluso comentó que se le tuvo que pedir directamente a la persona que dejara de hacerlo, en virtud de que se trata de una restricción oficial.
«No puede estar al interior de la laguna, no puede estar haciéndolo, y se le exigió no hacerlo más», sentenció.
El referido sujeto acostumbraba darles a comer pollos en plenas fauces a los saurios, y esto sorprendía a los que admiraban tal osadía.
Eduardo Morales aclaró «No puede pasar nadie la cerca porque pone en riesgo su vida, yo creo que la cooperación de la ciudadanía es respetar el hábitat de los cocodrilos, y esto incluye el no darles de comer».
