Un total aproximado están entre las casi 400 personas que han muerto a causa del desprendimiento de terreno que se produjo el pasado lunes en la localidad de Regente, cercana a Freetown, por las intensas lluvias que han caído en Sierra Leona, informa la UNICEF.
La UNICEF se mantiene presente en la zona para dar una “respuesta urgente” a las necesidades de los niños y las familias afectadas. Se encarga de proporcionar agua potable, saneamiento y suministros como medicinas, lonas y guantes, además de un tratamiento psicosocial a las personas traumatizadas por la catástrofe”.
La organización ha llamado la atención sobre el gran número de fuentes de agua contaminadas y redes de suministro dañadas. Poco más de 3000 personas quedaron sin hogar, sobrepasando la capacidad del gobierno de Sierra Leona.
Fuente: Eitb.eus