Autoridades norteamericanas acusaron esta mañana de fraude a 411 doctores, enfermeras y otros profesionales de la medicina, en la mayoría de los casos por prescribir opiáceos que han contribuido a la crisis nacional de adicciones.
Jeff Sessions, fiscal general anunció que las acusaciones apuntan a lo que él llamó “la crisis de droga más mortífera de nuestra historia”. La adicción a medicamentos o drogas cobró la vida de 60 mil personas el año pasado en Estados Unidos.
Sessions informó que los cargos involucran a doctores y otros acusados de operar con esquemas de prescripción ilegal de pastillas que contienen opioides muy adictivos como oxicodona, como distribuidores en las calles.
Asimismo, las acusaciones también cayeron sobre personas que presuntamente defraudaron los seguros de salud Medicaid y Medicare.