El hecho tuvo lugar en el distrito de Burqa, al norte del país. Los menores golpeaban repetidamente con piedras un viejo proyectil de mortero.
El grupo, de al menos 4 niños, de entre 10 y 15 años, murieron al instante, luego de que el artefacto explotó.
Las cuatro víctimas eran residentes de una zona remota de la región, la cual es controlada por los talibanes.
Autoridades locales informaron que desde el año pasado, el número de afganos heridos o fallecidos debido a las explosiones de proyectiles abandonados, se disparó un 66%.
Fuente: El Espectador.