En el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Campeche, se llevaron a cabo con éxito los trabajos de estabilización, restauración y conservación del esqueleto prehistórico Naia, para su resguardo y conservación.
El esqueleto más antiguo y genéticamente intacto de América, fue descubierto en una oquedad denominada Hoyo Negro, dentro de una cueva sumergida en Tulum, Quintana Roo, donde se llevaron los tratamientos de conservación de los restos óseos para saber que el esqueleto pertenecía a una joven que al morir tenía entre 15 y 17 años de edad, y cuya antigüedad se calcula entre 13 y 12 mil años.
Fuente: Jornada
