Algunos movimientos del gobierno austríaco para gestionar la nueva ola migratoria de este verano habían despertado críticas en Bruselas y en Berlín, como la movilización de 750 soldados y cuatro tanques de combate para blindar la frontera entre Austria e Italia.
Sin embargo, la iniciativa presentada anoche por el canciller austriaco, Christian Kern, es vista con mejores ojos; reducir la inmigración ilegal a cero antes de 2020.
Una de las tantas medidas es la creación en la Unión Europea de un nuevo cargo responsable de asuntos de inmigración y refugiados, y que se encargue de negociar con los países africanos acuerdos de repatriación.
Kern declaró que es importante hacer un llamado a los países africanos para poder controlar el flujo de inmigrantes ilegales.
Fuente: ABC.es