En 2015 por segundo año consecutivo, alumnos de distintas entidades de México se llevaron el “Campeones del mundo en cálculo mental” dentro del certamen ALOHA Mental Arithmetic, aquel entonces celebrado en Manila, Filipinas y en este 2017 de efectuará el próximo fin de semana en Kuala Lumpur, Malasia; participarán cuatro niños mexicanos de nivel básico y uno de ellos es el tampiqueño Gustavo Antonio García Salazar, de apenas seis años.
El concurso mundial consiste en desarrollar 70 operaciones aritméticas de distintos niveles de complejidad en tan solo cinco minutos y participarán aproximadamente 600 niños de todo el mundo.
Gustavo García Salazar, representará a México en certamen internacional en Malasia
Según información proporcionada por los padres del niño Gustavo, el programa Aloha mental, llegó a México entre 2012 y 2013 iniciando sus operaciones en el Estado de México y poco a poco ha ido introduciéndose en diversas entidades federativas de la República Mexicana.
ALOHA Mental Arithmetic se desarrolla en los itinerarios: Tiny Tots para niños de entre 5 y 7 años; el nivel Kids para los de 8 a 13 años. El creador fue Loh Mun Sung, de Malasia en 1993 y actualmente tiene presencia en más de 30 países.
La mañana de este martes, Gustavito y su padre, viajan a Houston, Texas; allí pasaran un día entero con mucha actividad y distracciones para que el chavalín, retome su camino el miércoles con destino a Tokio, Japón; conectarán vuelo, y Dios mediante, estarán llegando a Malasia el jueves a las 23 horas para enfrentarse con su destino aritmético mental que durará escasos cinco minutos según las reglas del torneo mundial.
Cabildo honra a niño genio que participará en Malasia
Gustavo, es estudiante del Primero de Primaria del Instituto Cultural Tampico y está listo para su aventura que deseamos le vaya del todo bien y la disfrute al máximo, sea cual sea el resultado. Gustavito, es el campeón de Tampico, Tamaulipas y va representando a México, en verdad dice no saber dónde queda Malasia, no le importa, solo quiere llegar y ganar. Ni modo, le va a las Chivas Rayadas del Guadalajara y no le espanta enfrentarse a niños de otros países; su vida es normal como la de cualquier otro pequeño de seis años, aunque sus padres dicen que gracias al Aloha es más atento, atiende a la primera y ya no le deben hablar hasta 50 veces para que haga caso -se ríen al platicar está anécdota- y aceptan que jamás imaginaron que un aprendizaje basado en el ábaco japonés los iba a poner del otro lado del planeta.