¿Qué cosa escribir cuando todo se ha escrito? Cuando un tema se ha saturado representa un reto para quien se proponga abordarlo. Lo rebuscado siempre nos lleva al mismo camino, en algún punto el autor converge con los autores anteriores, perdiendo así la originalidad y confundiéndose con el plagio que el internet ha facilitado con el copy/page.
Cuando a alguien se le acusa de plagio, se especulan muchas hipótesis en su contra, pero la verdadera razón la atribuyo a la pereza, a la falta de voluntad por investigar más allá de lo aparente, de lo predecible; también por la incapacidad para utilizar más palabras que le dieran un aire distinto al tema, palabras que aunque dijeron lo mismo sonaran diferente.
Pero tal vez el plagiador caiga en el cinismo al aceptar que la pereza le trajo consecuencias fatales, porque si ese cinismo le ha de servir para mejorarse a sí mismo y por consiguiente comprender que las cosas hechas de prisa no siempre salen bien y que todo lleva su tiempo, (así como en la cocina hay que esperar a que la comida adquiera su sazón o su sabor no será muy agradable) entonces sí, será un cínico.
Pero sólo sé es cínico si se admiten los errores con descaro, sin avergonzarse, como un malcriado, eso mismo es lo que sé es, alguien que comete muchas faltas y que se jacta de ellas, siempre con la cara en alto.
Sin embargo, sé que para otros este acto valentón no es otra cosa que una estupidez. Y es que no todos tenemos la capacidad de reconocer nuestros errores, muchos prefieren callar y no enterar a los demás que han fallado, pero yo creo que si uno acepta sus errores ante otros, al menos ante los más cercanos, abriremos su panorama y podrán reflexionar a base de nuestra experiencia, y tal vez en algún momento evite que ellos comentan nuestro mismo error.
Porque si no erran ellos, entonces cómo adquirirán experiencia, entonces hay que dejar que se equivoquen y que aprendan de esas equivocaciones, pero, aunque parezca un juego de palabras, errar no significa aprender, para eso hay que tener actitud. Es cuestión de perspectivas. Todos vemos las cosas desde distinto ángulo, nosotros mismos somos nuestro punto de fuga, nunca nadie mirará lo mismo que nosotros vemos, al menos no desde nuestra mirada.
Si entendemos esto, entonces ya no habrá puntos de vistas idénticos o muy parecidos, porque habremos adquirido la capacidad de ver desde nosotros mismos, desde nuestra perspectiva, esa que es única, la que no nos evitará andar el mismo camino, pero sí andarlo con diferentes zapatos, entonces tal vez, sólo tal vez, se acaben los plagios.