@dect1608
Los ataques a defensores de los derechos humanos y activistas, es un problema mundial que aumenta peligrosamente. En 2015 fueron asesinados 156, mientras que en 2016 se registraron un total de 281 homicidios en todo el mundo.
La videovigilancia en las calles que tienen convertido al globo terráqueo en un inmenso «big brother», resulta insuficiente para poder impedir este tipo de atrocidades que muchas veces, ni se escapa pese a la vigilancia globalizada.
En México este tipo de ataques igual vienen creciendo y se representan principalmente en Michoacán, Guerrero, Estado de México, Chihuahua y Tamaulipas; en su mayoría producidos por bandas crimínales relacionadas al narco o bien actos fraguados por delincuentes disfrazados de políticos.
Apenas el pasado 10 de mayo, la activista Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, fue asesinada por la noche en su domicilio ubicado en la Ciudad de San Fernando, un municipio mundialmente conocido por sus enormes narcofosas.
A casi dos meses del homicidio de la activista, la Procuraduría General de Justicia del Estado, finalmente informó que fueron detenidos dos de los cuatros presuntos asesinos.
Como en muchos de los casos, Miriam Elizabeth, se sumó a la lucha contra la impunidad mexicana, luego del secuestro y asesinato de su hija Karen Alejandra Salinas Rodríguez; desgraciadamente ambas ya están muertas, pero el Procurador Irving Barrios Mojica, informó la tarde del jueves que ya tienen a dos autores materiales.
“Primero ubicamos la camioneta en la que huyeron el día del homicidio. Dimos con el dueño de la camioneta, Alfredo Misael Quintanilla, uno de los detenidos. Así ubicamos al Flaco Esparza Martínez, el segundo detenido”, detalló en una conferencia de prensa el funcionario estatal.
El estado de Tamaulipas, situado al noreste de México, vive bajo fuego luego de la guerra que declaró a los narcotraficantes el ex presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, bandas que fueron orilladas a secuestrar, raptar, cobrar derecho de piso, ahora también extorsionan a empresarios y profesionistas tras la decisión del entonces Gobierno Federal que convirtió a Tamaulipas en el mismo infierno.
Miriam Elizabeth Rodríguez, era dirigente del Colectivo de Desaparecidos y la noche del 10 de mayo, fue atacada a balazos, pese a que las autoridades tamaulipecas tienen a dos presuntos responsables, se desconoce quién y por qué la mando matar, existen versiones diversas, pero nada concreto.
“La hipótesis principal es que los homicidas coincidieron en el penal de Victoria con reos detenidos por el secuestro de hija de Miriam”, comentó Irving Barrios, Procurador de Tamaulipas a quien se le recuerda por armar el famoso michoacanaso en el sexenio de Felipe Calderón, ex presidente a quien de una manera u otra, desde las mismas Fuerzas Federales, relacionan con el homicidio del doctor Rodolfo Torre Cantú, entonces candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas y quien fuera acribillado el 28 de junio de 2010, otro homicidio impune en el México en movimiento.
Por cierto, mientras en Tamaulipas se medio esclareció el homicidio de la señora Miriam Elizabeth. En Puebla fue acribillada a balazos la activista Meztil Sarabia. Esto ni con alcohol se quita el dolor.
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