El día de ayer, lunes, se registraron rachas de viento extraordinariamente fuertes en Moscú, capital de Rusia.
Los fuertes vientos tomaron de improviso a los residentes, dejando coches destrozados, árboles caídos, edificios dañados y han dejado más de 150 heridos, entre ellos 22 niños.
Las ráfagas fueron lo suficientemente fuertes para arrancar arboles y partes de edificios, como pasó con el techo de la oficina principal del Ministerio Interior.
Además de los daños materiales, los estragos cobraron la vida de 14 personas, según informa el Comité de Investigación de Rusia.
Fuente: Actualidad RT.