El ser humano por naturaleza tiende a evadir la realidad, pero en la actualidad existen diversos factores que hacen más fácil está fuga. Si es verdad que cada uno tiene un proceso cognitivo diferente y que dependemos de nuestro cerebro para reaccionar de diversas formas antes ciertas situaciones.
Por esta razón es que el arte ha sido el mayor aliado de la humanidad, desde que el ser humano comenzó a tener conciencia de la realidad empezó a crear también distractores, no es nada nuevo que la música haya sido el principal descubrimiento de los primeros homos para poder desconectar sus sentidos de lo que pasaba en su entorno.
Pero como fue ocurriendo la evolución, a la par fueron descubriendo nuevas formas para aislarse del mundo real, y así fue como comenzaron a crear más artes, como en la Grecia antigua, que se enalteció el teatro y la literatura.
Actualmente, ya no sólo nos limitamos a esas ramas del arte, sino que contamos con una la tecnología, que ha abierto inmensas posibilidades para éstas, pues gracias a ellas podemos contar con música a mayor escala, series de televisión y películas, esos grandes distractores que se nos han vuelto una necesidad para dejar de pensar en nuestro problemas de trabajo, de dinero, de pareja… de soledad.
Y es que gracias a los avances tecnológicos ahora podemos llevar nuestros distractores a todos lados, principalmente cuando hablamos de un Smartphone, que tiene muchas funciones que nos facilitan la vida. La principal, y que la mayoría de personas que cuenta con uno lo utilizan, es sin duda la función del reproductor musical, pues gracias a éste con la ayuda de unos auriculares, es más sencillo escapar del entorno.
Es simple colocarse los audífonos y de esta forma comenzar a crear mundos, dejar que la imaginación comience a tomar rienda suelta, encerrándonos en una burbuja a la que nadie más que no seamos nosotros tiene acceso. Empezamos a crear historias donde nosotros somos los guionistas y actores; y es que aunque esto es algo que a todos nos reconforta, llega el momento en que se vuelve peligroso, pues nuestro cerebro comienza a tener una actividad mayor, llega a utilizar el 61% de su capacidad, pero esta capacidad se enfoca al área derecha de nuestro cerebro, a la creatividad y a la vez hace que nos desconectemos de todo lo que está a nuestro rededor.
Muchas veces al ensimismarnos de esta manera con la música no estamos conscientes de que nos ponemos en peligro, pues muchas de estas ocasiones nos encontramos en vía pública, y al estar despegados de la realidad dejamos de poner atención, lo que ha ocasionado varios accidentes, incluso muertes.
El problema no es la música, ni la tecnología, el real problema es la desinformación que en algunas ocasiones nos venden ciertas marcas con tal de vender su producto. Pues el exceso de realidad es algo con lo que siempre lidiaremos hasta el final de nuestros días y mientras un producto nos ofrezca la oportunidad de huir de ella, no dudaremos en adquirirlo, pues nada duele tanto como enfrentarnos cara a cara con un mundo real.
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