Tampico Tamps.- «Jesús de Nazareth» es la primera película sobre la vida del Mesías de las que se tiene registro en el cine mexicano, y de hecho fue el primer filme que llevó dicho título, aún antes de cualquier superproducción hollywoodense, y la única cinta, hasta ahora, en la cual ha aparecido un Arzobispo Primado de México, quien no lo hizo actuando, sino más bien casi bendiciendo dicho trabajo con un mensaje de su propia voz.
El 27 de marzo de 1942, hace poco más de 75 años y cuando el presidente de México era Manuel Ávila Camacho, se estrenó dicha obra cinematográfica al inicio de la cual aparece, augurando éxito y elogiando el trabajo de actores y equipo de producción en general, el que a la sazón era titular del arzobispado mexicano: Luis María Martínez, cuya imagen en movimiento y palabras pronunciadas sin apoyarse en texto alguno son las primeras que surgen en la pantalla después de los créditos, y de un aviso escrito en el que se explica cómo ocurrió la filmación del líder clerical.
José Cibrián, actor argentino, personificó al Nazareno, mientras que la cinta fue dirigida por José Luis Díaz, y al inicio de la presentación se aclara también que todo el staff que participó en el rodaje pertenecía al sindicato respectivo, el STIC, de la industria cinematográfica, algo que resultó no sólo significativo, sino a la vez el cumplimiento de una encomienda presidencial: el primer consejo o «luz verde» de ese tipo, tras los duros años de la guerra cristera.
Como dato curioso, vale la pena agregar que hace ya siete décadas y media se realizaba por vez primera también, en tal película, lo que ahora se conoce como el «mannequin challenge»: una imagen grupal de personajes estáticos mientras la cámara está en movimiento, y correspondió a la escena inicial de la última cena del Salvador, como para representar también al afamado cuadro de Da Vinci.
