Roberto Beristain emigró a Estados Unidos hace casi 20 años, se casó con una estadounidense y abrió un restaurante. Su esposa votó por Donald Trump en las pasadas elecciones presidenciales, atraída por su promesa de expulsar a delincuentes, pero ahora el deportado es su esposo.
“Creíamos que Trump iba a ser un buen presidente, porque queríamos seguridad, y sus promesas de sacar del país a los criminales nos parecían bien, pero no pensé que todo terminara así”, declaró Beristain, de 43 años.
Beristain, quien residía Indianapolis, en fue deportado por falta de documentos que avalaran su permanencia en legal. Luego de dos meses recluido en diferentes centros de Estados Unidos, Roberto llegó a la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, en donde no tiene amigos ni conocidos, y todo lo que lleva consigo es su ropa.
“Me siento traicionado porque iban a sacar del país a criminales, pero vemos como sus políticas no lo hacen y sacan del país a gente buena, que paga impuestos y que en su vida ha cometido un delito”, denuncia Roberto.
Hasta el momento, los abogados de Beristain siguen buscando una manera de permitirle el regreso a Estados Unidos, sin embargo, sus intentos se han dificultado debido a las fuertes políticas migratorias de la actual administración.
Fuente: hoy.es
