Un día como pero hace 21 años los Tigres decían adiós a la Primera División en un partido ante los Rayados de Monterrey en lo que era la edición numero 51 del Clásico de la Sultana del Norte.
Es cierto: de haberle ganado el Clásico Regiomontano a Rayados, hoy hace 21 años, no le hubiera alcanzado matemáticamente a los Tigres para salvar la categoría, sin embargo, el Monterrey fue sin duda el ‘autor intelectual’ del descenso felino. Hoy hace más de un par de décadas.
De los seis partidos que jugaron entre sí durante tres temporadas, tiempo que promediaba el cociente de la Tabla Porcentual -y que coincidió con la decadencia felina hasta confirmarse la pérdida de la categoría-, Rayados fue el equipo que más puntos le arrebató a la ‘U’, al vencerle en todos los derbis de Liga registrados en ese periodo. Doce fueron las unidades que disputaron durante las temporadas 1993-1994, 1994-1995 y 1995-1996… y que contaron en la Tabla Porcentual, mecanismo implementado unos años antes en el futbol mexicano para decidir el descenso de los equipos en cada ciclo futbolístico.
Cabe señalar que hasta la 1995-1996 se jugaron torneos largos en el balompié azteca, y fue en esta misma campaña donde se instauraron los tres puntos por partido ganado, exceptuando en la pelea por no descender, donde las victorias daban dos unidades. De esta manera, seis fueron los Clásicos disputados ante La Pandilla en aquella época, lo que significó perder 12 unidades que fueron vitales en la Tabla Porcentual, misma que se ratificó la tarde del domingo 24 de marzo de 1996 en el Estadio Universitario, en la confrontación 51 en la historia del duelo fraternal.
En aquella ocasión, Tigres llegó al derbi con cinco puntos menos que su rival directo, Monarcas Morelia, a falta de tres fechas y seis puntos por disputarse, pero con posibilidades matemáticas, aunque muy mínimas. De manera simultánea al Clásico Regio, Monarcas jugaba su partido contra Veracruz en juego correspondiente a la Jornada 32 en el Estadio Morelos… y necesitaba sólo ganar para asegurar la permanencia, hecho que se concretó al superar a los escualos por 1-0 en territorio michoacano. En tanto, en el Universitario, poco después del silbatazo inicial, el gol de Omar Arellano Nuño daba una pequeña esperanza felina, misma que se diluyó con los goles de Sergio Verdirame y Luis Miguel Salvador, para darle la ‘estocada final’ y el ‘tiro de gracia’ a un tigre al que comenzó a aplicarle la ‘dosis letal’ desde seis derbis y tres años antes.
El descenso ante el acérrimo rival se había consumado… y aunque en ese partido la victoria de la UANL poco servía al final de cuentas, la estadística global indica que fue La Pandilla el conjunto que más influyó en la partida del Tigres hacia la Primera A.