Lo que anunciaron como obra urgente y de gran trascendencia para gran parte de la ciudad de Tampico y Altamira, fue dando un giro hasta llegar hasta el otro lado en el que todos recordaron que la Comisión Municipal de Agua Potable (Comapa) Tampico es lo mismo que antes.
Se trataba de una obra que dijeron calculada y que no debía pasar de ciertas horas, pero como siempre, se les complicó y quedaron peor, pues el problema se les fue de las manos.
Todavía par este miércoles no había presión suficiente en algunos sectores y el agua se veía turbia y en algunos casos hasta con colorante azul o verde.
Turbia también está la situación al interior en donde la Comapa sigue sin liderazgo, lo cual a casi seis meses de gobierno, le deja una mala imagen al gobernador, pues se trata de la oficina más importante en la zona sur de Tamaulipas.
La mala fama de Comapa Tampico no ha cambiado y queda peor ahora que se había anunciado que todo iba a ser diferente y que el usuario lo notaría en corto tiempo, eso evidentemente no ha pasado.
Fugas de aguas negras en las mismas colonias y nuevos derrames en otras, trabajos inconclusos, zanjas abandonadas, burocratismo en la realización de obras y ahora esta contingencia, que dijeron inesperada, el gerente general Adolfo Cabal ni se apareció.
Sin quererlo, los encargados de la imagen de la Comapa, dejan mal a su gerente Adolfo Cabal, que sabiendo de su incapacidad, no lo presentan a declarar y ponen al que verdaderamente sabe de este trabajo como lo es el Ing. Vargas Malagón.
Qué les queda ante esta situación… Culpar a otros… Seguramente saldrán a decir que la contingencia ocurrió debido a malos trabajos, que la compañía encargada de la obra dejó de hacer algo y que está relacionada con la Administración anterior.
Si así fuera, ¿No se dieron cuenta antes?
Si en algún momento les pasó por la mente candidatear a Adolfo Cabal, gerente de la Comapa Tampico para la alcaldía de Tampico, ahora esa posibilidad se ve muy lejana ante tantos problemas generados en un corto tiempo.
Primero el retraso en su designación, después la pugna interna, su evidente desconocimiento del tema, su salida inesperada, como inesperado fue su regreso, ahora esto y que ni siquiera sale a dar la cara. Eso políticamente significa mucho.
