Las redes sociales se han vuelto indispensables en nuestro día a día; Twitter y Facebook son nuestros primeros referentes cuando queremos enterarnos de cualquier tipo de noticias. Cuando queremos saber qué pasa a nuestro rededor normalmente acudimos al teléfono celular o a la tableta electrónica para saber qué es lo que ha acontecido en el lapso que nos hemos mantenidos desconectados de Internet.
Y aunque es un ejercicio que practicamos todo el tiempo la mayoría de las personas con acceso a internet, no significa que esta forma de informarnos sea la más confiable, pero en realidad no existe una fuente que lo sea en su totalidad. En muchas ocasiones la información se tergiversa y sólo nos enteramos de lo que los medios quieren, o lo que es peor, lo que algunos usuarios desean.
No es raro ver que las redes sociales sirven como medio para hacer denuncias, algunas veces como forma de prevención o como queja de los usuarios. Pero el problema consiste cuando alguna de estas denuncias se hace viral y resulta ser falsa.
El ejemplo más cercano y que dio de qué hablar esta semana en los distintos medios de comunicación fue el de Lord prepa 10: Ramón Urrea Bernal, profesor de una preparatoria de la Universidad de Guadalajara, quien fue víctima de la viralización de un video incompleto donde mostraba un comportamiento misógino, al hablar de una forma despectiva en contra de las mujeres, refiriéndose a ellas sólo como objeto sexual en un discurso lleno de palabras denigrantes y altisonantes.
Este video desató descontento e indignación, las columnas y videos hablando sobre el comportamiento de este profesor no se hicieron esperar, la respuesta de diversos medios de comunicación, incluso medios tradicionales como la radio y televisión cubrieron la noticia, pues resultaba inconcebible que un educador de nivel media superior pudiera referirse de esta forma a sus alumnos, tema que empalmó de manera casi diabólica con la semana en que se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, haciendo que el descontento fuera mayor.
La administración de la UdeG al enterarse de la existencia de este video informó que el docente sería citado para que en un máximo de 48 horas compareciera ante la Comisión de Responsabilidades y Sanciones del Consejo General Universitario, así como a los procedimientos laborales correspondientes.
Pero no pasaron más de 24 horas para que este maestro escribiera un comunicado donde explicaba que él lo único que hizo fue ejemplificar la situación que aún viven muchas mujeres mexicanas. A los pocos minutos de esto también salió a la luz un video que confirmaba lo que había escrito en su comunicado, porque sí, el video que mostraba al profesor como misógino estaba editado y sólo mostraba la parte donde hablaba barbaridades, porque en el video original ya se podía comprobar que él daba ejemplos de violencia de género.
“Desafortunadamente vivimos en una sociedad que todavía es muy machista, en donde consideramos que nosotros como hombres tenemos muchas ventajas sobre las mujeres, entonces, no sé si a ustedes les haya pasado, lo más seguro es que sí, pero por lo menos tienen una conocida, yo tengo varias conocidas, familiares y amigas, que han sufrido abusos de parte de sus parejas, ya sean novio, esposos o ex esposos”, comentó el Prof. Urrea a sus alumnos.
Al darse a conocer el contenido completo, varios de los medios que se dedicaron a hacer viral la noticia no tuvieron más remedio que retractarse de todas sus palabras, desde noticieros como Imagen Noticias, hasta personajes líderes de opinión dentro de las redes sociales como Callo de Hacha, pues habían puesto en tela de juicio a alguien que para ellos era desconocido, lo que no consideraron para dejarse llevar por un video que se viralizó sin antes comprobar que tan cierta era la información.
Aunque no es un caso aislado, sí es el más reciente y el que se popularizó con tanta rapidez que causó daños directos al afectado, desde descalificativos, amenazas, hasta la posibilidad de perder su trabajo y enfrentar un proceso legal.
Aún se desconoce quién de los alumnos fue el que subió el video recortado, pero la Institución está en proceso de investigación, ya que lo que provocó merece una sanción. No sabemos cuál era la finalidad de este adolescente al hacer algo así, pero lo que sí queda claro, es que el internet sirve para destruir a una persona, que las redes sociales llegan a ser un infierno del que muchos no han podido salir a salvo.
Esta vez fue un profesor que tuvo forma de demostrar que no era cierto lo que se mostraba en las redes, de no ser así, no sabemos cuál habría sido su final, pero seguramente distaría mucho de un final feliz.
Esto debería de servir de lección a todos aquellos comunicadores que no confirman su información, pues un error de este tipo puede tener pésimas repercusiones para los inculpados, como para ellos mismos, ya que están jugando con algo que es básico dentro de su mundo laboral: La veracidad.
