La posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos repatrie a millones de trabajadores mexicanos indocumentados, hizo evidente que México no cuenta con una política de atención a los migrantes de retorno, las ofertas que pueda hacerles a más de 600 mil dreamers son mínimas.
El entorno de incertidumbre y bajo desarrollo económico no hace creíble, e incluso posible, cualquier promesa de buenos salarios, acceso a la educación o buenas oportunidades laborales para los miles de jóvenes que podrían ser repatriados a México.
Expertos en migración consideraron que es una tragedia que México no pueda recibir ese regalo que traerá por las políticas antiinmigrantes del presidente Trump, y que en medio de esta crisis no se pueda al menos, reaccionar de manera rápida.
Fuente: sipse.com