El día de ayer Enrique Bonilla y Enrique Rivas anunciaron en conferencia las sanciones impuestas al Club Veracruz y y a los Tigres de la UANL por los hechos ocurridos el 17 de febrero en la Jornada 7.
Un solo un partido de veto fue impuesto para el Estadio Luis «Pirata» Fuente quien fuera sancionado por la Comisión Disciplinaria, el organismo que además multó a la directiva de Veracruz con 9 mil 680 Umas, unos 726 mil pesos.
El Tuca Ferretti tendrá una sanción de dos partidos fuera del banquillo, fue suspendido por dos encuentros, más una multa de 164 mil pesos. La directiva de los universitarios pagará 150 mil, independientemente de lo impuesto a su técnico.
“Todas las partes debemos ser autocríticas y con esto me refiero a la Liga, a los clubes y a las autoridades en sus tres niveles. En la Liga MX debemos reconocer que no se aplicaron los protocolos establecidos. No se actuó de forma preventiva en la tribuna y fuimos rebasados por los hechos del final del partido»menciono.
“Los clubes no tomaron las medidas pertinentes para desarrollar un partido de esta magnitud. El club local no tomó las medidas necesarias para un partido con 25 mil aficionados. Los elementos de seguridad pública responsables de cuidar la integridad pública no eran suficientes en el inmueble, lo que debió exigirse a las autoridades previo al encuentro”, dijo Bonilla quien mencionó en varias ocasiones que los hechos eran “inaceptables”.
El FMF determinó el castigo con base a vídeos y las pruebas recabadas a lo largo de esta semana donde estuvo investigando a detalle la bronca ocurrida en las tribunas del estadio entre aficionados de Tigres contra seguidores de Veracruz y policías.
Tuvieron que pasar diez días para que hubiera una sanción por dichos actos, diez días para llegar a una ridícula sanción de un partido de veto para el estadio, sin duda no hay mano dura entre los dirigentes, una vez mas queda clara la corrupción que hay en la Liga MX.