El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de los Estados Unidos reporta la detención de 161 migrantes en los últimos cinco días en seis condados de California, asegurando que se trata de detenciones “rutinarias” y que 151 de los 161 contaban con historial delictivo y el resto contaba con orden de deportación pendiente.
ICE informó vía Twitter: “Deportaremos a indocumentados acusados de felonías”.
Mientras que el ICE reporta 161 detenciones, grupos activistas indican que en las últimas 24 horas se han realizado más de 130 detenciones, por lo que los números no coinciden.
En horas de la noche se reportaron redadas en Los Ángeles y Texas, señala en consulado mexicano que solo anoche en Austin Texas fueron detenidas más de 30 personas.
Grupos activistas señalan que las redadas se multiplicaron en Carolina del Norte, Texas, Georgia, Indiana, en donde autoridades ingresaron a las casas, fábricas y sitios de trabajo, pidiendo documentos e incluso hubo personas a quienes detuvieron mientras realizaban sus compras.
Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de los Ángeles (CHIRLA) indicó: “No fue normal, pareció una operación coordinada, han cambiado mucho las cosas desde el 20 de enero que Trump llegó a la presidencia”.
“No hay duda que éste es el comienzo de todo lo que ha prometido Trump, lo que es un ataque a nuestra comunidad inmigrante”: Fernanda Durand, portavoz de CASA.
“Pocas semanas desde el decreto y ya hemos visto el peaje humano devastador de las acciones de este presidente”: Janet Murguía, presidente de la Asociación Nacional de La Raza.
La potenciación de los registros de documentación continuará, las dos órdenes invitan a los oficiales de las Fuerzas de Seguridad en Estados Unidos a etiquetar a los migrantes como criminales y centrarse en ellos para arrestarles, detenerles y deportarles.
Sus objetivos principales serán las principales ciudades del país y sus áreas metropolitanas, asegurando de acuerdo a un estudio reciente que 60% de los indocumentados están concentrados en sólo 20 áreas metropolitanas del país, California, la costa este, Texas, Florida, Chicago, y Atlanta.