Hasta el pasado 19 de enero se habían contado 39 ballenas en San Ignacio frente a las 107 que se reportaron en la misma fecha, del 2016, lo que representa un 63% menos de presencia.
Al 16 de enero se contabilizaron 347 cetáceos en la laguna Ojo de Liebre frente a los 584 registrados el 18 de enero de 2016, esto quiere decir una reducción del 40%.
Expertos han declarado que la disminución de ejemplares se debe a un cambio de ruta que experimentan debido al cambio climático, y podría empeorar con el paso del tiempo. La presencia de las ballenas ha sido de gran impacto económico y social en la zona, puesto que por temporada, alrededor de 10 mil turistas visitan las playas, generando ingresos estimados en 2 millones de dólares para las comunidades costeras.
Fuente: eluniversal.com.mx