La muerte de por lo menos 26 presos entre la noche del sábado y madrugada del domingo, en la Penitenciaría Estatal de Alcacuz, en Río Grande do Norte, levantó una vez más la bandera de la crisis agravada en los últimos días.
Una nueva matanza en una cárcel brasileña puso en evidencia la creciente crisis penitenciaria que se vive en Brasil. Este incidente ha puesto en duda las medidas adoptas recientemente por el gobierno brasileño para contener los motines provocados por guerras entre facciones criminales.
El incidente duró más de 14 horas, y terminó cuando la Policía Militarizada irrumpió en el presidio días después de que el Gobierno y varios organismos intensificaron sus acciones para contener la crisis y evitar más tragedias.
Los enfrentamientos entre reos se deben a la falta de espacios de contención para evitar que la rivalidad entre los criminales lleve a ataques más y más peligrosos.
Fuente: informador.