Un total de 20 autobuses salió de Alepo en un intento de evacuación de 200 heridos críticos hacia zonas controladas por rebeldes en las afueras de la ciudad.
Se cree que hay unos 4.000 civiles que podrían abandonar la zona en las próximas horas.
El miércoles la evacuación de casi 50.000 civiles y combatientes rebeldes se vino abajo y se retomaron los bombardeos debido a que después de horas de negociaciones entre alzados y las tropas del régimen de Damasco la paz fracasó.
«No habrá un alto al fuego», había enfatizado el presidente siri Asad, que subrayó que las acciones militares cesarán solo cuando haya «acuerdos claros» y «donde los terroristas declaren su intención de rendirse o marcharse». «Afortunadamente hubo un alto al fuego y podremos salir de aquí, aunque desafortunadamente estamos siendo expulsados de nuestras casas», Abu Leila, un maestro alepino.
«Tras tantos meses pasando hambre no sé cómo podré lidiar con el festín que me daré fuera», había tuiteado pronto, ilusionado, el activista Zouhir Shimale desde el uno por ciento de urbe que les quedaba a los alzados.
Fuente: El mundo