El Departamento de Policía de Los Ángeles cuenta con una política muy arraigada desde hace tiempo, pero el jefe de departamento, Charlie Beck, consideró necesario recordarlo esta semana.
“No tengo pensado en hacer nada diferente. No nos vamos a involucrar en actividades de aplicación de la ley que se basen únicamente en el estatus migratorio de una persona”, detalló Beck.
“Tampoco trabajaremos conjuntamente con el Departamento de Seguridad Nacional en los esfuerzos de deportación. Ese no es nuestro trabajo y no lo convertiré en nuestro trabajo”.
Las declaraciones de Beck se producen en un momento en el cual la población latina, y extranjera que vive en Estados Unidos, ha sentido miedo y preocupación ante los planes que Trump tiene para deportar hasta tres millones de indocumentados.
Fuente: bbc.com