Salieron muy GALLOS, Querétaro y Volpi como HÉROE vencen a las Chivas en la Final.

Se jugo la final de la Copa MX en la estadio la Corregidora en Querétaro Las Chivas llegaban con su tercera final con su pastor Matías Almeyda la cual lleva 3 de 3.

Mientras que Víctor Manuel Vucetich el oriundo del puerto llegaba a su final número 16 como estratega solamente perdiendo dos, grandes números para el «Rey Midas».

Con un estadio lleno, arrancaban los primeros 45 minutos del encuentro con un Chivas volcado al frente, muy táctico y manteniendo el balón en posesión, nuestras que los «Gallos» esperaban atrás algún error del Rebaño, Querétaro prefería jugar al pelotazo y al contra golpe.

Al minuto 20 Gullit Peña exigía a Volpi con un tiro de larga distancia que muy bien el arquero Brasileño mandaba hacia tiro de esquina.

En la recta final Querétaro despertaría, jugando como no lo hizo al inicio ni a la mitad de la primera parte. Los gallos mantenían el balón e incluso jugadas de peligro lograron hacer tras llegadas y algunas faltas cobradas a balón parado.

Nos íbamos al medio tiempo con un marcador de cero a cero momentáneamente en la Corregidora. ¡ARRANCABA EL SEGUNDO TIEMPO!

Con la misma propuesta de juego pi parte de los dos equipos aunque Querétaro se empezaba a compaginar más en la cancha.

Chivas tendría jugadas de peligro por Volpi no permitía que el balón se incrustará en las redes con unas atajadas que lo volverían la figura del Querétaro pues estaba influenciando en el marcador.

Rentería se una expulsado tras cabezazo a el Pocho Ponce, Chivas trataría de manejar el encuentro pero Querétaro le hacía honor al Gallo pues se volvía más ofensivo y peligroso a pesar de su hombre menos, tal parece que se encontraron mejor con uno menos que con los once.

Terminaría el partido y de venían ¡LOS PENALTIS DE NUEVA CUENTA!

Volpi se convertiría en el HEROE del partido atajando dos penales.

EL REY MIDAS CAMPEON OTRA VEZ, el Tampiqueño Vucetich lograría su tercer copa y  Querétaro abriría sus vitrinas a su primer campeonato.

Por: Luis Antonio Nava