@dect1608
El arte urbano o street art, viene cobrando fuerza desde la década de los 90’s representando un modo de expresión que principalmente fue callejera y comenzó con el grafiti.
Actualmente hay grandes murales en todo el mundo con mensajes de paz y conciencia social.
En Tamaulipas un estado del noreste mexicano, se dejó de ver al arte urbano como una contaminación visual y comenzó a vestir y embellecer sus municipios.
En Tampico, una ciudad colindante con el caudaloso río Pánuco y cercana al Golfo de México, las autoridades aprovechan del talento artístico para proyectar murales en los puentes vehiculares, con la finalidad de recuperar la identidad tampiqueña y concientizar a la población sobre el cuidado y protección de los animales y flora de la región.
Duotag, es un colectivo tampiqueño que comenzó a formarse con Adan Yadir Rodríguez Vidales, un joven veinteañero que hace 12 años rayaba su primer grafiti, pero cuatro años después pasó a convertirse en un artista internacional de murales plasmados en países como: Estados Unidos, Perú y Argentina; además de ciudades mexicanas como Puerto Vallarta, Guadalajara, Durango, Acapulco, Cancún y obviamente Tampico y su zona metropolitana en donde por cierto recientemente comenzaron la galería que consiste en reflejar un poco de las especies que están en peligros de extinción, las que habitan en el área y también las que no son endémicas pero que igual se pueden apreciar al sur de Tamaulipas.
«Rayaba en la calle pero rayaba poco, mi mamá no me dejaba, ella no sabía que me gustaba el grafiti y no podía tener mis latas en mi casa y fue como empecé a sacar permisos y hacerlo de la manera legal pero no anduve tanto en la calle», comentó Adan, mientras el resto de sus compañeros parlaban con la alcaldesa de Tampico, Magdalena Peraza Guerra, instantes previos de comenzar el primero de 20 múrales con alrededor de 22 animales distintos.
Duotag, ha tenido la oportunidad de deparar salones de eventos, diversos espacios públicos y viviendas reconociendo el uso de la tecnología de su celular para ir realizando su valiosa técnica que comienza con aplicar un sellador acrílico en los muros de los pasos vehiculares, después viene la pintura vinílica para comenzar a darle forma a su pintura basada en el uso de aerosoles que terminaba por darle forma al animal que va a pintar en cada muro.
«Trazo líneas de referencia y creo un montaje en el celular que me da el inicio a través de una ampliación, puedo tomar una foto del muro y después monto la imagen en la pared y yo allí puedo darle forma al muro o a la antigua; llegar, trazar y pintar», nos reveló con seguridad, muy consciente de que no podré ni siquiera dibujar una jaiba en papel.
Así con imaginación, alianza gubernamental y talento local los murales urbanos, ahora atestiguan y narran lo positivo de una ciudad que como las jaibas, cierra con fuerza sus tenazas y avanzan ante cualquier adversidad.
davidcastellanost@hotmail.com