Por: Jesús Bravo
…o apenas la necesaria para alumbrarse a sí mismo…
…y frente al muelle la altiva estampa…
…puerto vacío: triste navío tras el umbral…
…la enorme y antigua estatua de piedra que es mi ciudad…
…la galería de embarques se queda…
…y el puerto a oscuras, iluminado de recordar…
…atrios vacíos, patios sombríos, andén y Aduana sin murmurar…
…y al exterior, justo enfrente, el aire obscuro e iluminado de mi ciudad.