Connect with us

En septiembre de 1991, cuando este columnista inició su carrera en los medios informativos por el abrazo y hospitalidad de mi ahora gran amigo Héctor Vázquez Gutiérrez, director general de la revista Sucesos de Tamaulipas (que se edita en la frontera), y entonces gerente de producción del periódico que a la sazón se llamaba El Diario de Tampico, tuve la fortuna de conocer a Sofía Sandoval Ovando, ya por aquellas fechas secretaria general de la Sección 36 del Sindicato Industrial de Trabajadores y Artistas de Televisión y Radio, Similares y Conexos de la República Mexicana (Sitatyr).  Recuerdo que inició ahí una amistad cercana con ella, sempiterna operadora de la estación radiofónica que inicialmente se llamó «Superestelar», y con otra muy entrañable y estimada compañera que tenía el mismo puesto, pero en una difusora que perteneció también a esa empresa, y que un par de décadas después fue adquirida por el grupo Imagen.  Esa otra gran amiga, lamentablemente, ya falleció, y siendo aún joven.  Pero la anteriormente citada dirigente sindical no sólo continúa estando al frente de la dirigencia seccional del SITATYR, cuya membresía se ha visto disminuida considerablemente conforme pasa el tiempo debido al recorte masivo de personal sindicalizado en cada empresa del sur de Tamaulipas donde tiene presencia.  Sofía, en contraste, sigue ahí, y ahora más fuerte que nunca: en los últimos diez años comenzó a tener una incursión más directa en la política local, una cercanía que adquirió el carácter de relación-compromiso desde el segundo período como alcalde de Fernando Azcárraga López.   En aquellos años, a  más de una junta sindical de las que convocaba anualmente, invitó para estar ahí al ex presidente municipal de Tampico, específicamente en época de campaña electoral.  Cuando aún se tomaba Sandoval Ovando la molestia de organizar reuniones de fin de año (con las cuotas retenidas a los trabajadores afiliados, por supuesto) para el personal de  Telecable Tampico, donde trabajé durante 17 años y medio de forma ininterrumpida, comenzó a llevar, como acompañante, a la actual regidora y en algún tiempo secretaria general del Comité Directivo Municipal del PRI en esta ciudad y puerto, Dorely Meza Reyes.

«Vienen cosas buenas, muchachos», solía decirnos Sofía como explicación no pedida a los miembros del sindicato, que también empezó a hacer sus juntas en la sede local de la eternamente priísta Confederación de Trabajadores de México (CTM).   No pasó mucho tiempo para que, una mañana de diciembre en 2014, pudiera darse cuenta cada empleado sindicalizado, de los que quedaron tras la merma gradual de la plantilla laboral de Telecable (a la extinción de «Cablecanal», que había iniciado en 1993 como Canal 11  de Tampico, había apenas una cuarta parte de la membresía que llegó a tener el SITATYR en ese centro de trabajo), de que esas cosas buenas anunciadas por ellas eran, si acaso, para la causas muy propia y personal de la lideresa, porque de un solo golpe una docena y media de empleados se quedó sin su fuente laboral.  Al que esto escribe, simple, llana e ilícitamente le habían impedido el paso a la empresa apenas 7 semanas antes, sin que mediara ya no digamos causa justificada, sino explicación alguna ni finiquito o liquidación económica ninguna.  Hubo así violación flagrante a la Ley Federal del Trabajo y a las garantías individuales del empleado, según lo marca la misma Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.  Pero el propósito era claro: evadir, primero, el pago justo, conforme a derecho y a las prestaciones marcadas en el contrato colectivo entre el patrón y la organización que representaba al trabajador, en este caso el SITATYR.  Y en segundo lugar, viéndolo de manera fría, desde la perspectiva de esa empresa y en el afán de cuidar sus intereses económicos, para Telecable fue aquella la manera más sencilla de ganar tiempo, ya que lo peor que podía pasar era que el empleado cuyos derechos estaban siendo violentados acudiera a interponer una demanda ante Conciliación y Arbitraje, pero el proceso consiguiente tomaría un largo período resolverlo, y en todo ese lapso había dos posibilidades: que el agraviado se fastidiara y desistiera (lo cual no ocurrió), o que «algo» le sucediera a él, ya fuera que enfermara y dejara de habitar más este mundo por ese motivo, o por accidente… en fin.  La probabilidad siempre está latente.  Pero, a Dios gracias, nada de eso ha pasado tampoco.

Al Sitatyr acudieron a afiliarme a mi domicilio, tras ver que a los pocos meses de ingresar a la empresa el propio director general comenzaba a promoverme para otros puestos (un par de ascensos antes del primer año y los correspondientes aumentos salariales), la secretaria general de la Sección 36, Sofía Sandoval Ovando, y el entonces delegado del sindicato en Canal 11 de TV Cable (así se llamó en un inicio), Juan Pérez Ochoa, a quien una década después la misma lideresa le promovió, por su parte, la rápida salida de ese centro de trabajo, después de que él había sido durante años su brazo derecho, y de que por poco y se queda, en una contienda democrática limpia en la que por primera vez estuvo a punto de perder, con el puesto que ella siempre ha ocupado.  El talento y capacidad de Pérez Ochoa lo llevaron en unos cuantos meses, pese a un sucio bloqueo que además se ganó por tal atrevimiento, a ganarse la confianza del equipo de campaña del finado Rodolfo Torre Cantú, y fue a tal grado la habilidad y responsabilidad que demostró, que aún Egidio, quien se desentendió de cuantos colaboradores de su hermano pudo, lo mantuvo como parte de su grupo de comunicación social, donde concluye el sexenio como camarógrafo más cercano.  Para ingresar al sindicato me pidió Sofía, eso sí, una «módica cantidad» en calidad de «préstamo».  Pero ninguno de los asensos o promociones que obtuve en Telecable fueron gracias a gestiones de ella, sino más bien por el desquite de mis emolumentos de la mejor manera, y tampoco ella metió las manos para intervenir a mi favor cuando, en el período más decadente del Canal 11 (Cablecanal), me intentaban fastidiar y entramparme laboralmente algunos gerentes que estuvieron siempre de paso por esa compañía.  Vamos, en un par de ocasiones fue la misma empresa la que terminó «reculando» y dándome mi lugar por iniciativa propia y así convenir a sus intereses, y sin que Sofía, totalmente desentendida del caso de su representado, moviera un solo dedo.  No fui el único al que no defendió: está el caso de 5 exempleados de Cablecanal, dos de ellos reporteros activos actualmente, a los que obligó a firmar un finiquito injusto, que luego apelaron por ello a la dirigencia nacional del SITATYR, y quienes hace cosa de un año obtuvieron ya un fallo favorable con su pago correspondiente.

La tarde del 23 de octubre de 2014, un día antes de que me prohibieran el paso a Telecable en la hora que yo solía iniciar mi jornada laboral, su gerente en aquel entonces y la encargada de Recursos Humanos me mandaron llamar a la oficina del primero.  En el interior estaban también la mencionada Sofía Sandoval Ovando, quien era legalmente mi representante laboral ante la empresa, y el delegado del SITATYR en mi área, Juan Gabriel Herrera Del Ángel.  Cuando el del cargo gerencial me dijo aquello de «por no convenir ya a nuestros intereses te estamos haciendo esa propuesta para que le eches un vistazo», y me mostró un legajo de hojas grapadas donde se me ofrecía sólo una décima parte de lo que me correspondía conforme a derecho y al contrato colectivo que se supone me amparaba, por 17 años y medio de servicios prestados, me negué obviamente a firmarlo, porque además ni siquiera se me dio un solo motivo, una justificación escrita ni oralmente, por la cual me estuvieran echando de mi trabajo.  Antes de retirarme de ahí, les pregunté a una malencarada dirigente sindical y su acompañante si acaso no estaban ahí para defenderme, a lo que, literalmente cruzada de brazos, Sandoval Ovando simplemente alzó los hombros sin abrir la boca.  Me regresé a concluir mi jornada, pero en los dos días que siguieron ya no me dejaron entrar ahí.  «Nos dieron la orden de no dejarte pasar», dijo el personal de vigilancia de Telecable los dos días siguientes cuando me presenté como de costumbre, y así quedó registrado en el material audiovisual grabado con celular que acaba de ser exhibido como testimonial en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.  En ambas ocasiones llamé por teléfono al número de Sofía, esperando no sólo una explicación de su parte, sino que además cumpliera su deber de defenderme  y hacer valer mis derechos, pero sólo la primera vez entró la llamada, y sin escuchar una sola respuesta de su parte, me colgó.  Este año volví a verla: estuvimos cerca el uno del otro mientras yo cubría, como reportero, el acto público que encabezó tras su registro en calidad de candidata ante el IETAM, la ahora presidente municipal electa de Tampico, Magdalena Peraza Guerra.  Y es que Sofía fue incluida en su planilla y hoy es ya regidora «electa».

Sandoval Ovando está mencionada en la demanda laboral como testigo del despido injustificado de que fui objeto (tan injustificado, que la coartada alegada por los representantes legales de Telecable, desde que inició el proceso, va en el sentido de que a mí jamás me despidieron, y que incluso reconocen mi antigüedad laboral y todos los derechos y prestaciones reclamados por mí en el expediente abierto).  El abogado que me representa pidió la comparecencia de ella y los otros testigos mencionados para interrogarlos en sendas audiencias confesionales.  Dos de ellos, empleados de la empresa al momento de mi despido injustificado, ni siquiera se presentaron en la fecha que les correspondía comparecer.  Pero además, tampoco asistieron a dar su versión las personas que nombró, como supuestos testigos a su favor, el representante legal de la empresa, una falta que deja, en cuanto a esa diligencia del proceso, en calidad de «confesa» a Telecable.  A la actual regidora electa del ayuntamiento de Tampico, Sofía Sandoval Ovando, le toca comparecer como «testigo confesional» ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje en septiembre próximo, unos días antes de que asuma el cargo que ostentará, como representante ciudadana (como representante además del «sector obrero», velando por las garantías de los trabajadores), en el cabildo porteño.  La pregunta es: ¿acudirá al llamado, a atender el citatorio que le hace dicha instancia?  Y si lo hace, ¿mentirá?  ¿se arriesgará a mentir, con todas las implicaciones legales que ello conlleva?  ¿o simplemente preferirá no correr tal riesgo la munícipe electa que formará parte de la mayoría priísta en el próximo cuerpo edilicio?

 

Opinión

AMLO vuelve con Grandeza

Publicado

el

Por: Zaira Rosas
zairosas.22@gmail.com
Andrés Manuel López Obrador vuelve a los titulares, pero no solo como una figura política ni como el ex presidente de México. Vuelve como escritor con la obra titulada “Grandeza”, el primero de una serie dual, cuya continuación se titulará “Gloria”. Podríamos hablar de su ejercicio literario en sí, sin embargo, más allá de su contenido, ha reactivado conversaciones sobre su presencia pública y sobre los temas que siempre han atravesado su discurso: la identidad nacional, las raíces

indígenas y la disputa constante por la narrativa política del país.

El regreso de AMLO, marca el escenario nacional, en medio de fuertes cuestionamientos al poder, movimientos nuevos surgiendo desde la inconformidad, no es casualidad que reitere su proceso de jubilación, pero también el constante apoyo al mando en turno, pues sostiene que volvería a las calles si la soberanía o la democracia se vieran amenazadas o para defender a Sheinbaum

de un golpe de Estado.

Lo primero que salta a la vista es que López Obrador vuelve uniéndose a una larga tradición de políticos que escriben para interpretar su paso por el poder. Sin embargo, en su caso, la intención parece ir más allá del balance gubernamental. Desde el título mismo, “Grandeza” apunta a la búsqueda de un relato sobre México que reivindique la fuerza moral del pueblo, especialmente de aquellos que han sido históricamente invisibilizados. Aquí, AMLO retoma uno de los ejes centrales de su discurso: la reivindicación de los pueblos indígenas como base ética y cultural del país.

Este punto merece detenernos. México presume su diversidad cultural, pero la mayoría de sus políticas, instituciones y espacios de visibilidad siguen operando desde parámetros occidentales. AMLO insiste en mirar hacia las raíces indígenas no solo como un acto de reconocimiento, sino como una apuesta de futuro. La pregunta es si esta insistencia realmente se traduce en políticas transformadoras o si queda en el terreno simbólico. Lo cierto es que, en un país que suele desplazar a los pueblos originarios a un plano folclórico, cualquier llamado a asumir su vigencia política y cultural es necesario, incluso cuando viene acompañado de controversias.

La visibilidad de las culturas indígenas hoy importa porque pone en tensión  nuestra forma de entender el desarrollo. En tiempos en los que seguimos midiendo el progreso por indicadores económicos, recordar que existen otras formas de organización social, otras maneras de relacionarnos con la tierra y otras narrativas de comunidad, resulta un gesto revolucionario. Este recordatorio, aunque provenga de una figura política, con un posicionamiento claro de izquierda, tiene fuerza simbólica y debería ser tomado en cuenta por cualquier administración presente o futura.

Poner atención a las culturas y pueblos indígenas es centrarnos también en el origen de México, pues la cosmovisión de cada cultura también abre panoramas de diálogo hacia nuevas formas de organización e incluso de autocuidado. Estas perspectivas nos ayudarían a vislumbrar otras maneras de llevar a cabo lo que hoy entendemos como progreso.

Ahora bien, ¿qué significa políticamente la aparición de AMLO en este momento? Su libro funciona como un recordatorio de que sigue ahí, observando, opinando, moldeando. No es un ataque directo a la gestión actual, pero tampoco un retiro silencioso. Para algunos, su regreso complica la consolidación del nuevo liderazgo político; para otros, su presencia garantiza que la agenda social que impulsó no se diluya. Lo cierto es que su figura aún moviliza emociones, tanto de respaldo como de rechazo, y en un país donde la percepción pesa tanto como la estructura, eso tiene impacto.

En última instancia, “Grandeza” y la reaparición de AMLO nos recuerdan que México sigue en disputa: por su narrativa histórica, por su identidad cultural y por el rumbo político que debe asumir. Y quizás esa sea la parte más valiosa de este regreso: obligarnos a mirar de frente nuestras raíces y preguntarnos si, como país, estamos listos para construir grandeza en plural, no solo en discurso.

Continua leyendo

Opinión

Tampico al rescate de Tamaulipas… la que sigue 

Publicado

el

Tampico volvió a dar un paso adelante donde el resto del estado sigue sin avanzar. Mientras los 43 municipios de Tamaulipas enfrentan los mismos embates climáticos —olas de calor más intensas, pérdida de áreas verdes y una presión creciente sobre los ecosistemas urbanos— solo uno decidió asumir el reto con la seriedad que exige la crisis ambiental: Tampico. Y detrás de esa determinación hay un nombre que en Morena comienza a convertirse en referente obligado cuando se habla de políticas públicas verdes: Mónica Villarreal Anaya.

El programa de reforestación y arborización que impulsa su administración no solo es el más ambicioso en la entidad; es el único con un diseño técnico, operativo y cartográfico que permite intervenir con precisión zonas críticas de calor. Tampico está haciendo lo que no hace ningún otro municipio de Tamaulipas. Y lo está logrando sin haber destinado recursos públicos directos. La Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Ecología lo confirma con números que ya no son promesas, sino resultados verificables.

José Rogelio Ontiveros Arredondo, titular de la dependencia, sintetizó el alcance de la estrategia: no se ha invertido un solo peso del erario y aun así se han plantado 5 mil 100 árboles en 30 hectáreas distribuidas en medio centenar de colonias. El avance fue posible por donaciones, convenios y la producción constante del vivero municipal, una pieza que hoy funciona como la columna vertebral del proyecto ambiental de la ciudad.

La infraestructura verde que está levantando Tampico no surge por inercia. Desde el arranque de la administración, el vivero ha producido 160 mil semillas, 19 mil plántulas propias y 8 mil más derivadas de un convenio con Grupo México. En total, 27 mil plántulas que han comenzado a poblar 12 plazas y parques. A ello se suman 2 mil 193 especies donadas, 350 árboles aportados por particulares y 162 entregados por asociaciones civiles. El tejido social se activó porque el municipio generó una ruta clara y un objetivo tangible.

La estrategia tiene un fundamento técnico inédito en el estado. Ontiveros Arredondo lo explicó con claridad: Tampico es el único municipio de Tamaulipas que ha logrado identificar y delimitar formalmente sus áreas de calor urbano, un diagnóstico que permite intervenir con rapidez en zonas donde el asfalto, la infraestructura y la falta de sombra vegetal elevan drásticamente la temperatura.

Cuatro sectores concentran los puntos más críticos: la zona de aterrizaje del aeropuerto internacional Francisco Javier Mina; el Mercado Gastronómico del Mercado Municipal; la Ciudad Deportiva; y el sector El Zapote, cercano al basurero municipal. Estas áreas, por su composición urbana, absorben y liberan calor con mayor lentitud, intensificando el impacto térmico sobre la población. Contar con este análisis permite actuar donde realmente hace falta.

Pero lo más relevante es el salto tecnológico que Tampico decidió dar. El municipio seguirá utilizando imágenes del satélite Landsat 8, operado por la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos. Las lecturas multiespectrales e infrarrojas captadas cada 16 días por los sensores OLI y TIRS permiten monitorear la temperatura superficial, la evolución de la vegetación y los cambios en el uso de suelo con un nivel de precisión que normalmente solo se observa en programas federales o estatales, no en gobiernos municipales.

Mónica Villarreal Anaya instruyó mantener el monitoreo constante y ampliar las intervenciones en colonias con déficit de áreas verdes. Esa decisión coloca a Tampico en una ruta distinta: una ciudad que no improvisa, que no simula, que entiende que el cambio climático no admite discursos huecos ni acciones aisladas.

En la política tamaulipeca, donde los temas ambientales suelen diluirse entre prioridades de coyuntura, Villarreal Anaya se ha posicionado como la figura de Morena que realmente convierte el discurso verde en política pública medible. Mientras otros municipios siguen debatiendo sus propias inercias, Tampico ya trabaja con ciencia, datos, satélites, viveros y participación ciudadana.

El estado necesita más liderazgo climático. Y hoy, guste o incomode, ese liderazgo tiene nombre, origen y municipio. Tampico está marcando la pauta. Y Mónica Villarreal Anaya se ha convertido en la voz más consistente dentro de su partido en defensa del medio ambiente y del futuro que nos urge construir.

En la intimidad… Lo más triste es que ella cree que es la que manda. “Puso” a Ernestina Godoy en lugar de Alejandro Gertz Manero. 

Todo mal, y lo peor, es que las embarra a todas con “A”.

davidcastellanost@hotmail.com

@dect1608

Continua leyendo

Opinión

La fractura interna que amenaza al gremio inmobiliario

Publicado

el

El escándalo nacional que recientemente sacudió a la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios dejó en evidencia que varias secciones en el país operan sobre estructuras debilitadas, procesos poco claros y liderazgos que, lejos de fortalecer al gremio, han provocado tensiones acumuladas. En Tampico, esa presión terminó por estallar.

La última sesión ordinaria de AMPI Sección Tampico derivó en un clima de confrontación que sorprendió incluso a quienes llevan años participando en la vida interna del organismo. Gritos, acusaciones y señalamientos sustituyeron el diálogo que debería predominar en una asociación profesional. Lo ocurrido no fue un incidente aislado: es el síntoma más visible de un conflicto que se ha agudizado en los últimos meses.

Diversos asociados atribuyen esta situación al estilo de participación que ha ejercido Marely Zubaran dentro del consejo directivo. Su llegada a la vicepresidencia estuvo acompañada de tensiones, y desde entonces —según coinciden múltiples integrantes— se han generado fricciones con una cantidad inusual de miembros. El estilo confrontativo y la búsqueda constante de imponer decisiones han fragmentado la estabilidad que históricamente caracterizaba a esta sección.

Uno de los puntos que más molestia ha provocado es la presunta operación orientada a intentar excluir del proceso electoral a una candidata con alta aceptación, la asociada Lessly Pineda. Testimonios señalan a Eduardo Leal, esposo de Zubaran, como quien habría filtrado información interna con el objetivo de perjudicarla. Este tipo de maniobras, de comprobarse, representaría una violación a los principios básicos de transparencia y ética que deben regir la vida interna de la asociación.

A ello se suma el malestar manifestado por expresidentes y consejeros consultivos, quienes aseguran haber sido marginados de actividades y eventos organizados a nombre de AMPI. Algunos de ellos señalan que Zubaran ha acudido incluso a actos oficiales con autoridades municipales sin contar con la representación formal de la asociación, lo que ha generado confusión y preocupación por el uso indebido del nombre institucional.

Todo esto ocurre en un momento especialmente delicado. El proceso interno rumbo a 2026 ya comienza a mover aspiraciones, negociaciones y expectativas. En este escenario, un sector amplio del gremio considera que el “ascenso” directo de Zubaran a la presidencia del AMPI Sección Tampico podría profundizar las fracturas existentes y provocar una salida masiva de asociados, temerosos de que la asociación quede sometida a una participación que privilegie decisiones unilaterales y mantenga un ambiente de disenso permanente.

La estabilidad de AMPI Tampico no es un tema menor. Se trata de una organización clave para el sector inmobiliario, donde la credibilidad, la certeza jurídica y la cohesión interna son esenciales para atraer inversiones, ofrecer servicios confiables y mantener una relación seria con instituciones públicas y privadas. Permitir que la división avance sin control podría poner en riesgo esa credibilidad y deteriorar la imagen de un gremio que ha trabajado durante años para posicionarse como referente regional.

Lo ocurrido en la sesión reciente debe verse como una advertencia. AMPI Tampico todavía está a tiempo de recuperar la institucionalidad, de reconducir su vida interna hacia el respeto y la profesionalización, y de impedir que los intereses personales desplacen a los objetivos colectivos. Lo contrario significaría perpetuar un conflicto que ya dejó de ser un asunto interno para convertirse en un problema que afecta la imagen del sector inmobiliario en toda la región.

En la intimidad… La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), a través de la Facultad de Medicina Matamoros, organizó diversas actividades que permitieron a sus estudiantes acercar su labor social y humanista en beneficio de la población más vulnerable, reforzando con ello la formación profesional y vocación de servicio.

En ese sentido, la institución universitaria programó una serie de acciones solidarias que mejoran la calidad de vida de niñas, niños, jóvenes y adultos mayores de la región, consolidando a la UAT como un agente activo de transformación social que promueve un entorno más justo, empático y saludable.

Como parte de esta labor se entregaron cobertores a la Casa Hogar del Niño Matamorense, apoyo que benefició a niñas y niños en situación vulnerable.

En otro gesto de acompañamiento social, se realizó la tradicional entrega de calcetines a la Casa Club del Adulto Mayor, beneficiando a más de 300 adultos mayores con una acción que promovió la empatía y la sensibilidad hacia este sector.

Asimismo, se hizo la entrega de juguetes al Sistema DIF Matamoros y al Jardín de Niños Villa del Refugio, reforzando una vez más la importancia de la solidaridad y el sentido de responsabilidad social en la formación médica.

Se llevó a cabo también la entrega de tapitas para los programas sociales altruistas contribuyendo al apoyo de tratamientos contra el cáncer para personas que más lo necesitan, en una acción que no solo representa un gesto de unión y empatía, sino que también fortalece la conciencia sobre la importancia del reciclaje como práctica cotidiana para el cuidado del medio ambiente.

Las actividades siguieron con la donación de piñatas al Jardín de Niños del Ejido La Luz, llevando alegría a la niñez y fortaleciendo los lazos comunitarios. De igual forma, la comunidad estudiantil y docente llevó cuentos, libros de colorear y colores a la Casa Hogar del Niño Matamorense, así como a la Escuela Primaria Miguel García Posada, fomentando la creatividad y el aprendizaje de la niñez.

Estas acciones responden a las líneas del Plan de Desarrollo Institucional del rector de la UAT, Dámaso Anaya Alvarado, donde el humanismo, el servicio y la transformación social constituyen pilares fundamentales de la educación y la vida universitaria.

davidcastellanost@hotmail.com

@dect1608

Continua leyendo

Opinión

Tamaulipas AVAnza

Publicado

el

La relación política entre Tamaulipas y la Federación volvió a reforzarse esta semana. El gobernador Américo Villarreal Anaya sostuvo un encuentro con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, una reunión que, más allá de las fotografías y los comunicados oficiales, confirma el momento de alineación que vive el estado con el nuevo gobierno nacional.

El mandatario tamaulipeco afirmó que “Tamaulipas avanza firme, de la mano de la presidenta y de su gobierno”, una frase que sintetiza el mensaje que busca enviar hacia dentro y fuera del estado: continuidad, cooperación y una agenda conjunta. De acuerdo con Villarreal Anaya, en Palacio Nacional se revisaron los proyectos estratégicos que cuentan con respaldo federal. Se trata de obras y programas que, según sus propias palabras, permitirán que el desarrollo llegue a todas las regiones y no se concentre únicamente en los polos industriales o turísticos.

La lectura política de este encuentro es clara. Con un gobierno federal recién instalado y con la urgencia de responder a las expectativas generadas en campaña, los estados aliados tienen prioridad para avanzar en infraestructura, bienestar y seguridad. Para Tamaulipas, un territorio marcado por contrastes entre productividad económica y desafíos estructurales, esta cercanía con la Presidencia abre un periodo de oportunidad que deberá traducirse en resultados verificables en el corto plazo.

La administración estatal insiste en que la coordinación con la Federación no es solo institucional, sino orientada a transformar las condiciones de vida. En los próximos meses se sabrá si estos compromisos desembocan en proyectos tangibles o si se quedarán en el plano discursivo.

En la intimidad… El primer informe de actividades de la presidenta del Sistema DIF Tampico, Dra. Luz Adriana Villarreal Anaya, dejó entrever una gestión concentrada en atender a los grupos prioritarios del municipio. En el Espacio Cultural Metropolitano presentó los avances del organismo durante este primer tramo de trabajo, donde destacó más de diez iniciativas enfocadas en educación, salud, alimentación y atención directa.

Entre los resultados expuestos, sobresale la asistencia a más de un millar de niñas, niños y adolescentes a través del sistema de guarderías, Centros de Atención Infantil, PANNARTI, Casa Hogar, CASAN y Casa Migrante. También informó la entrega de más de 2 millones 400 mil raciones de alimentos para estudiantes de educación básica, un componente que busca incidir en nutrición y permanencia escolar.

Para las personas adultas mayores, se reportó la atención de más de mil beneficiarios mediante Casas Club y Estancias de Cuidado Diario, programas alimentarios y servicios médicos. Un dato relevante fue el trabajo coordinado con notarías públicas para ofrecer sucesiones testamentarias, un paso que fortalece la certeza patrimonial de quienes muchas veces carecen de estos apoyos.

En materia de salud, el DIF Tampico otorgó más de 33 mil atenciones médicas, odontológicas y psicológicas. La apertura del primer CECODIAT en la colonia Morelos marca un avance en el control de enfermedades crónicas. Además, ya operan tres consultorios dentales distribuidos en distintas zonas de la ciudad.

El organismo también destacó la ampliación de servicios de rehabilitación física y la apertura de una nueva Unidad de Rehabilitación en la colonia Morelos, sumada a las más de 38 mil terapias otorgadas a personas con discapacidad durante el periodo informado.

Luz Adriana Villarreal reconoció el respaldo del DIF Tamaulipas, encabezado por María Santiago de Villarreal, así como del gobernador y de la alcaldesa porteña, Mónica Villarreal Anaya. Agradeció además a colaboradores, sociedad civil, patronato y sector empresarial por sumarse al trabajo del organismo.

El mensaje final apuntó a un ideal de comunidad solidaria y corresponsable, donde la atención a las necesidades sociales se asuma como una tarea compartida. Según la presidenta del DIF, el bienestar no se genera desde la retórica, sino desde la acción coordinada. Su planteamiento sintetiza la ruta que pretende imprimir en su administración: cercanía, servicio y continuidad institucional.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

Continua leyendo

Populares