La línea 4 del metro, la cual se esperaba que fuera inaugurada meses antes y que ayudara a la movilidad de los Juegos Olímpicos a la ciudad de Río de Janeiro, ha servido para desviar ilícitamente por lo menos dos mil 300 millones de reales (unos 720 millones de dólares).
El Tribunal de Cuentas del Estado (institución que vela por el uso del dinero público en Río) encontraron “ilegalidades graves” en la construcción de la línea 4, que enlaza el centro turístico de la ciudad con el Parque Olímpico de Barra de Tijuca.
Están llamados a declarar el exgobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y el actual gobernador Luiz Fernando Pezao, así como varios secretarios estatales de transporte.
La construcción de la línea 4 del metro fue planeada desde 1998, pero hasta los Juegos Olímpicos se logró la obra, cuyo costo inicial fue estimado en cinco mil millones de reales (mil 500 millones de dólares), pero acabó costando casi el doble: nueve mil 700 millones (tres mil millones de dólares).
Fuente: 20 minutos.